Con motivo de la celebración del Día Mundial del Refugiado, el próximo 20 de junio, el CICUS y el Comité español de ACNUR proyectarán el documental ‘2016....
La Xunta de Galicia lleva apoyando proyectos de ACNUR de protección y asistencia a población refugiada ininterrumpidamente desde el año 2000. En esta ocasión, el Convenio suscrito...
La malaria o paludismo es la más importante de las enfermedades debilitantes y causa de cientos de miles de muertes cada año. Los casos de malaria se concentran...
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Guerras y conflictos armados dejan a millones de personas sin patria ni hogar. Quienes huyen han ido formando campos de refugiados con poblaciones superiores a las de ciudades como Ávila...
Tras el paso del Ciclón Mora por Bangladesh y Sri Lanka el pasado 30 de mayo, la ONU estima que más de 200 personas habrían perdido la vida. Desde...
El convoy humanitario de ACNUR y otras organizaciones humanitarias ha entregado comida, medicinas y otros materiales de ayuda humanitaria a 44.000 habitantes sin suministros en Jayrud, una ciudad sitiada en Siria...
Volver a Empezar es el primer podcast del Comité Español de ACNUR, conducido y presentado por Molo Cebrián, creador de Entiende Tu Mente o Saliendo Del Círculo.
En esta nueva temporada de Volver a Empezar hablamos con mujeres que se han visto desplazadas por la fuerza, pero que no se dejan definir por estas circunstancias. Son mujeres incansables, que día a día superan la adversidad y la desigualdad y que además luchan por aquello en lo que creen: una vida digna para todas, para poder vivir en paz. Casi 60 millones de mujeres y niñas están desplazadas en todo el mundo, a ellas les dedicamos la novena temporada del Podcast del Comité español de ACNUR.
En la Temporada 8 de "Volver a empezar", el podcast del Comité español de ACNUR, nos preguntamos: ¿Puede el deporte convertirse en refugio? Para responder a esta pregunta hemos hablado con varias personas refugiadas que han tenido que huir de sus hogares, dejar su país y comenzar de cero en España. Personas a las que el deporte les ha salvado la vida. ¿Y cómo es posible esto? En muchas ocasiones lo es gracias a organizaciones, fundaciones y asociaciones que apuestan por el deporte como herramienta integradora de las personas refugiadas. Y es que el deporte integra, empodera, une, ayuda y puede convertirse en hogar, especialmente cuando el tuyo ha quedado muy lejos.
¿Te imaginas tener que abandonar tu país y empezar de cero para poder salvar tu vida? El protagonista de esta temporada tuvo que hacerlo: le llamaremos Juan. Por motivos de protección, prefiere no decir su nombre, ni de dónde viene, pero sí puede contarnos cómo ha logrado comenzar una nueva vida en un pequeño pueblo de la llamada España rural, ayudando a combatir el despoblamiento. Allí, donde muchos otros no quieren ir, Juan está construyendo un hogar seguro junto a su familia. Acompáñanos a conocer su historia en la séptima temporada del podcast del Comité español de ACNUR.
El cambio climático ha llegado para quedarse y marcar nuestro presente y nuestro futuro. Pero, ¿qué es exactamente? ¿Qué consecuencias tiene y cómo podemos luchar ante su avance? ¿Cómo afecta a las personas más vulnerables del planeta? En la temporada 6 de "Volver a empezar" resolvemos estas preguntas sobre el cambio climático hablando con expertos en el tema. Te esperamos.
Como no podía ser de otra manera, dedicamos la Temporada 5 de Volver a empezar a Ucrania. Queremos conocer de cerca cómo se vive en un país en guerra, cómo es huir de este conflicto y comenzar de cero en un lugar nuevo. Pero también vamos a mostrar qué labor está realizando Acnur en esta situación y cómo podemos ayudar cada uno de nosotros. Te esperamos.
Esta es la historia de una persona que gracias al boxeo tuvo una segunda oportunidad. No solo ella, sino también toda su familia.
Ella es Sadaf. Mujer, boxeadora, refugiada, valiente y luchadora. Nació en Afganistán, uno de los peores países del mundo para nacer mujer. Si quieres conocer su historia, ¡dale al play! y si te emociona tanto como a nosotros, comparte este podcast.
La tercera temporada de Volver a Empezar tiene nombre propio: Sergio Chekaloff. Una persona que ha pasado 74 años buscando el reconocimiento de una nacionalidad.
Su historia es la de millones de personas en todo el mundo que carecen de derechos políticos, jurídicos y sociales por el hecho de no ser considerados ciudadanos. Son apátridas.
En esta segunda temporada de Volver a Empezar conoceremos a Sergio, Gleici y Cristian. Ellos se vieron obligadas a abandonar sus países y que al llegar a España se toparon con una situación excepcional por la pandemia de COVID-19. A pesar de sus dificultades personales, y aún a riesgo de contagiarse, volvieron a armarse de valor para ayudar a quienes más lo necesitaban.
Befriending es la primera temporada de Volver a Empezar. En ella conoceremos la historia de tres mujeres valientes. Dos de ellas lo dejaron todo atrás en sus países para volver a empezar. Una vez en España, forjaron una amistad que les ha ayudado a salir adelante en el día a día.
En el aeropuerto de Bangui, hay 38.000 personas, que actualmente carecen de letrinas o instalaciones para el lavado, y que no cuentan con cobijo para protegerse de las lluvias o el sol. Además, la situación se está deteriorando tanto allí como en otros lugares. 12.000 personas se encuentran actualmente en la iglesia de Saint Joseph Mukassa en Bangui. La iglesia cuenta con un solo punto de agua. Los jóvenes locales han cavado letrinas y ACNUR ha proporcionado lonas plásticas para permitir un cierto nivel de privacidad y espacio donde la gente se pueda lavar. Sin embargo, las personas que se encuentran refugiadas en la iglesia necesitan con urgencia alimentos, cobijo, jabón y otros artículos de primera necesidad. Entre ellos hay 460 personas que necesitan atención médica. Esta cifra incluye a 101 mujeres embarazadas. Hasta el momento ya se ha registrado tres nacimientos. En el aeropuerto, ACNUR ha proporcionado tiendas de campaña a nuestro socio de MSF, que gestiona una clínica médica. También se ha proporcionado asistencia a otras agencias humanitarias, y ACNUR está trabajando con las agencias de Naciones Unidas y ONG para ampliar las operaciones humanitarias en toda la República Centroafricana. Por el momento, la ayuda ha llegado a un número relativamente pequeño -3.500 familias hasta ahora en Bangui y otras 3.000 en Bossangoa-, pero hace falta mucha más ayuda. Una vez más, ACNUR hace un llamamiento a todas las partes para que permitan el acceso humanitario y se proteja a la población civil. Se están recibiendo frecuentes informes sobre ataques indiscriminados contra civiles, reclutamiento de niños soldados, violencia sexual y de género, saqueos y destrucción de bienes. Un reflejo de la actual crisis en la RCA es el aumento durante la semana pasada en el número de personas que huyen a los países vecinos. La República Democrática del Congo (RDC) ha recibido cerca de 1.800 refugiados, principalmente desde Bangui, de los cuales 1.457 se han dirigido a Zongo y más de 300 a Libenge. Los refugiados centroafricanos que han llegado a la localidad congoleña de Libenge han tenido que caminar durante varios días con sus hijos para llegar hasta las poblaciones que se encuentran en la otra orilla del río Ubangui, que han cruzado en barcas. Muchos han llegado agotados tras caminar durante 200 kilómetros a través de la selva. Con estas nuevas llegadas, actualmente el número de refugiados de la República Centroafricana en la RDC se eleva a unas 47.000 personas. ACNUR está trasladando a los nuevos refugiados a dos campamentos: el campo de Mole, en Zongo, y el campo de Boyabo, en Libenge. La República del Congo (ROC) también está registrando nuevas llegadas desde la prefectura de Lobaye, en la República Centroafricana. Algunos de los refugiados han contado al personal de ACNUR que hay más personas que se han visto obligadas a huir y se dirigen hacia Congo. Desde marzo, más de 10.500 nacionales de la República Centroafricana han buscado refugio en la República del Congo. En total, durante el último año la crisis en la República Centroafricana ha forzado más de 70.000 refugiados a huir a los países vecinos.
En Harmanli, una antigua base militar a unos 50 kilómetros de la frontera con Turquía, ACNUR comenzó a distribuir comidas calientes la semana pasada a los 1.400 residentes. Estas personas han estado viviendo allí sin utensilios adecuados para cocinar y no pueden abandonar las instalaciones para comprar comida. Los solicitantes de asilo en otros centros no han estado recibiendo suficientes alimentos. ACNUR está trabajando con las autoridades para encontrar una solución que garantice una distribución de alimentos adecuada y sostenible en todos los centros. ACNUR está planeando establecer espacios adaptados para los niños en ellos y trabaja con sus socios para aumentar en todos los centros la presencia de asesores sociales y legales que puedan informar sobre el procedimiento de asilo y los derechos de los solicitantes. Médicos sin Fronteras ha puesto en marcha un centro de salud en Harmanli y ACNUR anima a otras organizaciones a seguir este ejemplo. Las autoridades búlgaras reubicaron esta semana en edificios a medio construir a muchas personas que estaban viviendo en tiendas de campaña de verano, pero en estos edificios se necesita mejorar urgentemente los sistemas de saneamiento y agua. Un grupo de personas especialmente vulnerables ha sido trasladado a unas instalaciones más adecuadas. La Agencia Estatal para Refugiados (SAR por sus siglas en inglés) contratará personal adicional y destinará equipos de registro a Harmanli. Para mejorar la cooperación y coordinación, se han establecido reuniones semanales con todos los socios, lideradas por SAR y ACNUR. ACNUR está alarmado por el reciente aumento de la violencia xenófoba, como fue el caso del ataque la semana pasada en Sofia contra tres solicitantes de asilo, entre ellos dos hombres sirios. La Agencia de la ONU para los Refugiados pide urgentemente a las autoridades que tome las medidas necesarias para frenar la creciente marea xenófoba en Bulgaria. ACNUR está preocupado por los informes que indican que las autoridades están planeando aumentar el uso de instalaciones cerradas para solicitantes de asilo, sobre todo para hombres solos. Por este motivo, la Agencia pide a las autoridades que busque alternativas a la detención: solicitar asilo no es un crimen y el uso de la detención debería ser la última opción. El envío de unos 1.400 policías a la frontera con Turquía y la construcción de una valla de 30 kilómetros ya han reducido las cifras de personas que pueden entrar en Bulgaria. También se han recibido informes preocupantes sobre expulsiones de sirios en la frontera en las últimas semanas, actuación contraria a los principios del derecho internacional. El importante que a las personas que huyen para salvar sus vidas se les permita acceder a un lugar seguro y solicitar protección internacional.
Según información de la ONU y de los medios locales, al menos 140 civiles fueron asesinados durante los combates de ayer en Bangui. Este es el primer enfrentamiento fuerte registrado en la capital desde marzo, cuando las fuerzas seleka tomaron la ciudad y expulsaron al gobierno del presidente de la República Centroafricana, Francois Bozize. El personal de ACNUR en Bangui dice que la situación continua siendo muy tensa esta mañana. Se siguen oyendo disparos en el distrito 8, lo que impide que los habitantes abandonen sus casas. ACNUR ha recibido informes preocupantes de ataques sectarios y de venganza entre vecinos en Bangui. Un trabajador local de ACNUR fue atacado anoche en su casa y los asaltantes se llevaron a su sobrino de 24 años y lo asesinaron. Cada vez más personas están huyendo a través del río Oubangui y buscando refugio en la ciudad de Zongo, en la República Democrática del Congo. Ayer, cerca de 700 personas cruzaron el río y esta mañana continuaban llegando más. Los trabajadores de ACNUR en Zongo están verificando la cifra de llegadas por el río. Los recién llegados se están alojando en una escuela en Gbala, una aldea situada a 12 kilómetros de Zongo. La escuela, un antiguo centro de tránsito construido por ACNUR, tiene instalaciones para recibir a refugiados. Mientras tanto, los fuertes bombardeos de ayer por la tarde en la ciudad de Bossangoa causaron el pánico entre los residentes. Aunque los bombardeos han cesado, el personal de ACNUR en la ciudad dice que la situación sigue siendo tensa en la zona. Se desconoce aún el número de personas desplazadas. Hay unas 40.000 personas desplazadas forzosamente en Bossangoa, muchas acogidas en el complejo que tiene allí la Iglesia Católica Romana. Necesitan apoyo, pero las peligrosas condiciones de seguridad están impidiendo el envío de ayuda. Uno de los convoys de ACNUR, que transportaba 60 toneladas de material de ayuda humanitaria, llegó ayer por la tarde a Bossangoa y la ayuda será distribuida lo antes posible. Entre los materiales se incluyen lonas de plástico, mantas, esteras para dormir, mosquiteras, bidones, cubos de plástico y jabón para unas 3.000 familias desplazadas en esta zona. Desde diciembre de 2012, el conflicto en la RCA ha desplazado a cerca de 400.000 personas dentro del país y ha obligado a otras 69.800 a exiliarse a países vecinos, sobre todo a la República Democrática del Congo.