El rostro del Día Mundial del Refugiado El rostro del Día Mundial del Refugiado

El rostro del Día Mundial del Refugiado

17 of August, 2016

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Ya son 15 años celebrando el Día Mundial del Refugiado. Un día para dar a conocer la realidad de los refugiados y alzar su voz en todo el mundo. Actualmente, hay 65,3 millones de personas desplazadas y refugiadas en el mundo. Esta cifra, sin precedentes en la historia de ACNUR, ha servido a la Agencia para lanzar la campaña de firmas #ConLosRefugiados, con la que pedirá a la ONU que garantice los derechos de los refugiados.

En este contexto y en la semana del Día Mundial del Refugiado,las historias de Linda, Amal y Firial, refugiadas afectadas por emergencias vigentes, dan rostro a tantos millones de personas que han tenido que dejarlo todo para sobrevivir.

Sobrevivir en un centro comercial

A sus 37 años, Linda sobrevive junto a sus dos hijos en un centro comercial sin actividad en Líbano. Fue el lugar donde encontraron descanso poco después de que estallase el conflicto sirio, hace ya cinco años. El complejo, cerrado desde hace 15 años, se encuentra a las afueras de la ciudad de Trípoli, entre el mar y las montañas. El precio por descansar un mes en uno de sus habitáculos que hace las veces de habitación cuesta entre 100 y 250 dólares, lo que supone un gran desembolso para las casi 200 familias que se encuentran en el viejo “Al Waha Commercial Complex”. Aparte, tienen que hacer frente a las facturas de agua y electricidad. Linda sólo desea una cosa: regresar a Siria con sus dos pequeños, Rama, de casi cinco años, y Aiaia, de tres. Un sueño compartido por muchas de estas familias y de otras tantas que viven refugiadas en Líbano.

Ocultos en cuevas

Amal Bakith y sus cinco hijos caminaron durante semanas por zonas en guerra en Sudán para adentrarse después en el conflicto sursudanés. Amal asumió este riesgo porque, según explica, es más seguro que la violencia política que se vive en su propio país. “Han destruido nuestras casas y cultivos. No podíamos cultivar alimentos para nosotros mismos. Teníamos que escondernos en cuevas para protegernos de los bombardeos”, explica en un autobús de ACNUR de camino al campo de refugiados de Ajuong Thok, lejos de la frontera, y donde descansan decenas de miles de refugiados.

Sitiados

Firial, tiene ocho años y sufrió el asedio durante meses de su ciudad, Taiz (Yemen). En este momento, la pequeña acaba de recibir uno de los paquetes de ayuda humanitaria que ACNUR repartió en esta ciudad el pasado mes de febrero por primera vez después de cinco meses tratando de entregar ayuda a las personas que se encontraban sitiadas en la zona. La Agencia repartió mantas, colchones y otros artículos de primera necesidad a 1.000 familias. Algunos de los combates más intensos del conflicto yemení, que el pasado mes de marzo cumplió un año, han tenido lugar en esta ciudad, donde más de 200.000 personas carecen de acceso regular a la ayuda humanitaria. Ante la mayor crisis de refugiados, ACNUR quiere pedir a los gobiernos miembros de Naciones Unidas que garanticen un lugar seguro donde vivir y un porvenir para los refugiados, así como educación para sus hijos. Lo hará el próximo 19 de septiembre en Nueva York ante la Asamblea General de la ONU con el apoyo de la sociedad civil. Por ello, ha lanzado la campaña #ConLosRefugiados con el fin de conseguir un millón de firmas ciudadanas de todo el mundo para alzar con mayor fuerza la voz de todos y cada uno de los refugiados. Puedes firmar en www.conlosrefugiados.org

Colabora con ACNUR y contribuirás a que millones de personas tengan un refugio seguro

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