6 años de exilio Rohingya 6 años de exilio Rohingya

6 años de exilio Rohingya

Ayuda a los refugiados rohingya

Hace más de 6 años, cientos de miles de personas rohingya huyeron a Bangladesh para escapar de la violencia en Myanmar. Con el apoyo del gobierno del país y de las agencias humanitarias, como ACNUR y sus socios, pudieron empezar de nuevo sus vidas en los campos de refugiados de Cox’s Bazar, el más grande del mundo. Años después, y habiendo sufrido incendios e inundaciones, casi un millón de rohingya siguen necesitando ayuda humanitaria.

931.900

refugiados rohingya en Cox's Bazar.

¾ partes

de la población rohingya se encuentra hoy fuera de Myanmar.

9 de 10

refugiados rohingya registrados en la región de Asia-Pacífico son acogidos por Bangladesh.

Rohingya: un pueblo sin patria

Los rohingya son una minoría étnica y religiosa que lleva décadas en Myanmar en condición de apátrida, es decir, sin documentación que les legitime como ciudadanos del país en el que nacieron. En agosto de 2017, tuvo lugar un repunte de violencia en el norte de Myanmar, lo que empujó a que más de medio millón de personas a huir a Bangladesh. En tan solo unos pocos días, esta emergencia fue la que más rápido crecía en el mundo. Cada minuto, llegaban 10 personas a los campos de refugiados del país vecino.

Bangladesh ha demostrado ser país tremendamente generoso acogiendo a cerca de un millón de refugiados de Myanmar, lo que la convierte en una de las situaciones de refugiados prolongadas más grandes del mundo. Refugiados que dependen de la ayuda de organizaciones humanitarias y requieren medios para seguir haciendo frente a sus necesidades.

niños rohingya

La situación de los refugiados

En 2017, las organizaciones humanitarias trabajaron estrechamente con el Gobierno de Bangladesh para responder a las necesidades causadas por el desplazamiento a gran escala. Los refugiados rohingya están alojados en 33 campos muy congestionados en el distrito de Cox's Bazar. Desde 2021, unos 30.000 refugiados se reubicaron en Bhasan Char, una isla en el distrito de Noakhali, como parte de un proyecto diseñado por el Gobierno de Bangladesh para descongestionar los campos. Bangladesh no es parte de la Convención sobre Refugiados de 1951 ni de las Convenciones sobre Apatridia, pero ha ratificado los principales instrumentos de derechos humanos.

En Bangladesh viven más de 962.400 personas refugiadas rohingyas, con acceso limitado a agua limpia, jabón o atención médica, y en condiciones de hacinamiento. Los campos están situados en una zona de la costa de la Bahía de Bengala, que es extremadamente vulnerable a ciclones, inundaciones, corrimientos de tierra, incendios y a los efectos del cambio climático. Estos fenómenos tienen un impacto devastador en los campamentos y su frecuencia apenas deja tiempo para reconstruir los refugios hechos de bambú y lona antes de que se produzca el siguiente desastre.

Por eso, ACNUR sigue dando prioridad a un estrategia de acción climática, abogando por materiales para refugios resistentes a la intemperie y al fuego que pueden ahorrar millones de dólares en costes de mantenimiento y reconstrucción.

lluvias monzonizas

La ayuda de ACNUR

ACNUR lidera la respuesta de ayuda para dar protección, refugio y atender las necesidades más básicas. Se necesita ayuda urgente para hacer frente a esta emergencia que afecta a miles de personas injustamente perseguidas.

A medida que empeora la situación humanitaria en el mayor asentamiento de refugiados del mundo, los retos que rodean a esta prolongada crisis siguen aumentando. La fuerte disminución de fondos está obligando a los actores humanitarios a centrarse en las necesidades más críticas y vitales. Por primera vez, se ha reducido la ayuda alimentaria a los refugiados (cono las raciones de alimentos o el dinero mensual), lo que hace temer consecuencias dramáticas en cascada: aumento de la malnutrición, abandono escolar, matrimonio infantil, trabajo infantil y violencia de género.

Con su fuerza y resistencia, los refugiados rohingya han constituido en los últimos seis años la columna vertebral de la respuesta humanitaria y han apoyado a las comunidades que los acogen.

ACNUR presta apoyo a los refugiados rohingya para que puedan beneficiarse de la educación, formación profesional y otras formas de capacitación. Esto les aportará dignidad y seguridad para el futuro ante su posible retorno a Myanmar o donde ellos elijan. El objetivo colectivo es que puedan circular libremente, acceder a documentación y tener la oportunidad de reconstruir sus vidas fuera de peligro.

Las agencias humanitarias han solicitado 876 millones de dólares en 2023 para ayudar a cerca de 1,47 millones de personas, entre refugiados rohingya y bangladeshíes. Sin embargo, a mediados de agosto, los fondos para el Plan de Respuesta Conjunta sólo alcanzaban el 28,9% de este llamamiento, lo que pone de manifiesto la necesidad de apoyo financiero para evitar una crisis humanitaria mayor.

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