Ucrania afronta la llegada del invierno sin luz ni calefacción. Desde el comienzo del conflicto, el país ha sido un lugar de muerte y devastación. Los recientes bombardeos a las infraestructuras eléctricas dificultan aún más la situación. Más de 17 millones de personas necesitan ayuda humanitaria. La de Ucrania es hoy la mayor crisis de desplazamiento actual en el mundo. ACNUR está proporcionando asistencia y material de emergencia, pero las necesidades se multiplican. ¡Colabora!
Ocho meses después de que Rusia invadiera Ucrania, la guerra, los bombardeos y la violencia no cesan. Hay siete millones de personas desplazas dentro del país y otras tantas están refugiadas en otros países. Muchas de ellas han perdido sus casas. Las que aún se mantienen en pie están gravemente dañadas. Sin casa ni empleo y con el invierno a las puertas la población se encuentra en una situación de enorme desprotección y vulnerabilidad.
ACNUR continúa prestando ayuda y trabajando con sus socios y el gobierno para atender rápidamente las necesidades más urgentes. Este apoyo incluye la reparación de viviendas, el envío de artículos para el invierno, como mantas térmicas y sacos de dormir, el apoyo a los centros que albergan a las personas desplazadas y las ayudas económicas.
7 millones
de personas permanecen desplazadas dentro de Ucrania.
7 millones
de personas de Ucrania han huido a otros países.
17,7 millones
de personas dentro de Ucrania podrían necesitar ayuda humanitaria.
"Llevo casi 40 años trabajando en crisis de refugiados y pocas veces he visto un éxodo tan increíblemente rápido de personas”.
Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
En Ucrania, ACNUR está apoyando a las autoridades para que ayuden a establecer y organizar centros de acogida para los desplazados y, a través de sus socios, está entregando agua, alimentos, ropa de abrigo, mantas y refugios de emergencia a los desplazados internos.
En Polonia
ACNUR está enviando artículos de emergencia como mantas, colchones, bidones, sacos de dormir y chaquetas de invierno por tierra y aire, desde los almacenes de Bélgica, Grecia y Turquía hasta un almacén recién establecido en Rzeszow, cerca de la frontera con Ucrania.
ACNUR también está desarrollando una herramienta de monitoreo para poder identificar y proteger a las personas con vulnerabilidades y necesidades específicas, como los niños no acompañados, mujeres en situación de riesgo, personas mayores con problemas médicos, etc.
Por otro lado, ACNUR está lanzando un programa piloto de ayudas económicas. Este tipo de asistencia es una de las formas más dignas, fáciles y rápidas de ayudar, especialmente en el contexto de esta emergencia.
En Moldavia
ACNUR ha enviado, desde sus almacenes en Dubái y Grecia, artículos básicos de emergencia como mantas, colchonetas y sacos de dormir, tiendas de campaña familiares, kits de protección para el frío, bidones de agua, artículos sanitarios, mascarillas, kits específicos para bebés, lámparas solares y otros, y hay más artículos de emergencia en camino.
En otros países vecinos
ACNUR también está trabajando en Eslovaquia, Hungría y Rumanía, principalmente monitoreando la llegada de personas refugiadas, evaluando sus necesidades y ayudando a las autoridades a responder a la emergencia.
Además, tanto dentro como fuera de Ucrania, ACNUR tiene líneas de ayuda para las personas que necesiten información sobre la huida: hacia dónde ir, cómo hacerlo, la importancia de llevar su documentación, dónde encontrar ayuda, cómo pedir asilo, etc.