Uganda siempre ha sido un país hospitalario con los refugiados, ofreciéndoles espacio para construir sus refugios y tierras donde cultivar. Pero sus recursos, ante las huidas masivas en Sudán del Sur, están tocando fondo y el país está al borde del colapso. Cada día, más de 2.000 personas llegan a sus fronteras y, este jueves, se ha alcanzado la cifra de 1 millón de refugiados.
Muchos necesitan un techo para pasar el temporal pero sólo el 34% de la financiación de ACNUR para la emergencia está cubierta. Hoy, más que nunca, se necesitan fondos para seguir ayudando.
1 millón
de refugiados de Sudán del Sur en Uganda.
85%
son mujeres y niños.
18 €/mes
permiten construir un tukul para una familia.
Gracias a los donativos, ACNUR puede entregar kits de emergencia para atender a quienes llegan cada día a las fronteras.
Cada kit lleva un cortador de hierba, un machete y una hoz para despejar el terreno y cortar la madera para construir el refugio, esterillas, mosquiteras para evitar la malaria, utensilios de cocina, una lona de plástico, una lámpara solar, mantas, un bidón para transportar agua y pastillas de jabón para una familia.
Todo ello cuesta 85 €.
Los tukul son casas hechas con materiales que se encuentran fácilmente en la zona: barro, paja, tallos de mijo y palos de madera. Más resistentes que los refugios de emergencia, se construyen en sólo 1 día y duran de 2 a 4 años. 21 m2 para que una familia pueda dormir segura y protegida de la lluvia.
Con 18 € al mes ayudas a construir un tukul para una familia en Uganda.