Decenas de miles de familias afganas han regresado a Afganistán debido al aumento de la presión y las deportaciones. Agotadas y angustiadas, muchas llegan con lo poco que pueden cargar, sin saber qué les deparará el futuro. Ya son más de 2 millones de personas refugiadas afganas las que están siendo obligadas a regresar desde Pakistán e Irán, países que habían sido su hogar hasta ahora. Estas personas vuelven a un país que aún se recupera de más de 40 años de conflicto y donde más de la mitad de la población depende de la ayuda humanitaria para sobrevivir. Muchas denuncian haber sufrido violaciones de derechos humanos en los países de acogida de los que han sido deportadas.
Además, regresan a un país que, en muchos casos, ni siquiera conocen, ya que sus familias llevan mucho tiempo viviendo fuera. Ese es el caso de Abdullah, que ha pasado los últimos 17 años en Pakistán, y se ha visto obligado a irse tras perder su negocio y sus ahorros. Junto con su familia de 21 miembros, ahora enfrenta el reto de empezar de cero, sin hogar y con pocas pertenencias. Abdullah, electricista experimentado, espera encontrar trabajo para mantener a sus padres ancianos y recuperar la casa que su familia tuvo que hipotecar.
ACNUR, presente desde el inicio en apoyo a la población afgana, está respondiendo a gran escala a esta creciente emergencia humanitaria. A través de una respuesta integral que abarca los puntos fronterizos y las zonas de retorno, ACNUR apoya activamente a los afganos para que regresen e inicien una nueva vida con dignidad. La ayuda económica que Abdullah recibió de ACNUR le permite cubrir necesidades urgentes mientras trabaja por construir un futuro en su tierra natal. Esto es lo que contó al personal de ACNUR, cuatro días después de llegar de Pakistán.
Inicialmente nos fuimos a Pakistán por desempleo. Después de establecer nuestro trabajo allí, la situación se complicó. Cuatro días antes de que comenzaran las deportaciones masivas, hablamos con la policía. Nos dijeron que teníamos documentos de identidad y que no había problema, que podíamos quedarnos siete meses más. Pero mientras trabajábamos, teníamos almacenes allí; la policía llegó siete días después y me quitó 500.000 rupias. Luego vinieron y prendieron fuego a nuestros almacenes. Quemaron todo lo que teníamos. Al final, estábamos cansados y decidimos regresar a nuestro país. Nuestro negocio iba bien, pero al final todo se vino abajo.
"Prendieron fuego a nuestros almacenes. Quemaron todo lo que teníamos. Al final, estábamos cansados y decidimos regresar a nuestro país."
Cuenta Abdullah sobre lo ocurrido en Pakistán.
Estoy feliz de estar de vuelta en mi país. Quiero retomar mi trabajo aquí; el mismo trabajo que hacía allí, también lo puedo hacer aquí. De ahora en adelante, serviremos a nuestro país.
Mi mayor preocupación es el trabajo, si podré encontrar empleo aquí o no. Eso es en lo que estamos pensando ahora. Desde que todos hemos regresado, nos preguntamos si encontraremos trabajo aquí. Si seguimos desempleados, enfrentaremos muchas dificultades y podríamos vernos obligados a mudarnos de nuevo a otro lugar.
Somos una familia numerosa de 21 personas. Soy el hijo mayor. Uno de mis hermanos mayores está actualmente encarcelado en Lahore. Lo arrestaron para deportarlo. Ahora no sabemos qué será de él. Otra preocupación que tengo es que hipotecamos nuestra casa en Afganistán y usamos ese dinero para trabajar en Pakistán. Ahora no podemos regresar a esa casa. Me veo obligado a montar una tienda de campaña en algún lugar y vivir allí hasta que pague el dinero y recupere la casa.
Nuestra necesidad más urgente son oportunidades laborales. También espero que la gente tenga la amabilidad de ayudarnos a recuperar nuestra casa. Ese es mi mayor problema. No tengo otros problemas. Mis padres mayores y mis hijos están conmigo. Necesitamos todo porque volvimos con las manos vacías. No tenemos mantas, colchones ni siquiera una tienda de campaña para montar. Ni siquiera tenemos artículos básicos para cocinar para los niños.
Mi mayor preocupación son mis padres. Son mayores, ¿cuánto tiempo pueden vivir en una tienda de campaña? Temo que les pase algo. ¿Qué haré entonces? ¿Qué haré en mi país si mis padres mueren en una tienda de campaña?
Esta ayuda de ACNUR nos beneficia mucho. Con el dinero que recibí de ACNUR, compraré artículos para el hogar, aceite de cocina y algunos artículos básicos de cocina. Compraré una tienda de campaña y algunos víveres. Nos están ayudando mucho a los afganos. Que Dios los bendiga por ello. Si no fuera por esta ayuda, no podríamos hacer nada; solo pediríamos ayuda a Dios, porque no teníamos nada. Nos arrebataron lo poco que teníamos en Pakistán y regresamos con las manos vacías.
Espero que nos den oportunidades laborales acordes a nuestras habilidades. Soy electricista con experiencia; trabajé en electricidad durante seis años. Ahora, espero poder encontrar trabajo en este sector.
Quiero agradecerles el apoyo que nos han brindado. Que Dios los recompense con bondad.
"Estoy feliz de estar de vuelta en mi país. Quiero retomar mi trabajo aquí."
Abdullah, refugiado afgano.
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