Organizada por el Observatori del Refugi en el marco del plan de acción UN- I- MÓN 2016 del Comité español de ACNUR-CV –, el próximo 8 de noviembre tendrá...
Desde que la antigua colonia francesa declarase su independencia en 1960, la República Centroafricana ha estado en conflicto gran parte de estas cinco décadas. La inestabilidad política ha...
Última hora: 400 personas atrapadas en el oeste de la viudad ante la ofensiva de Mosul.
El que fuera Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados entre 2005 y 2015, António Guterres, pasará en enero a ser el nuevo secretario de la ONU, ocupando el...
Volver a Empezar es el primer podcast del Comité Español de ACNUR, conducido y presentado por Molo Cebrián, creador de Entiende Tu Mente o Saliendo Del Círculo.
En esta nueva temporada de Volver a Empezar hablamos con mujeres que se han visto desplazadas por la fuerza, pero que no se dejan definir por estas circunstancias. Son mujeres incansables, que día a día superan la adversidad y la desigualdad y que además luchan por aquello en lo que creen: una vida digna para todas, para poder vivir en paz. Casi 60 millones de mujeres y niñas están desplazadas en todo el mundo, a ellas les dedicamos la novena temporada del Podcast del Comité español de ACNUR.
En la Temporada 8 de "Volver a empezar", el podcast del Comité español de ACNUR, nos preguntamos: ¿Puede el deporte convertirse en refugio? Para responder a esta pregunta hemos hablado con varias personas refugiadas que han tenido que huir de sus hogares, dejar su país y comenzar de cero en España. Personas a las que el deporte les ha salvado la vida. ¿Y cómo es posible esto? En muchas ocasiones lo es gracias a organizaciones, fundaciones y asociaciones que apuestan por el deporte como herramienta integradora de las personas refugiadas. Y es que el deporte integra, empodera, une, ayuda y puede convertirse en hogar, especialmente cuando el tuyo ha quedado muy lejos.
¿Te imaginas tener que abandonar tu país y empezar de cero para poder salvar tu vida? El protagonista de esta temporada tuvo que hacerlo: le llamaremos Juan. Por motivos de protección, prefiere no decir su nombre, ni de dónde viene, pero sí puede contarnos cómo ha logrado comenzar una nueva vida en un pequeño pueblo de la llamada España rural, ayudando a combatir el despoblamiento. Allí, donde muchos otros no quieren ir, Juan está construyendo un hogar seguro junto a su familia. Acompáñanos a conocer su historia en la séptima temporada del podcast del Comité español de ACNUR.
El cambio climático ha llegado para quedarse y marcar nuestro presente y nuestro futuro. Pero, ¿qué es exactamente? ¿Qué consecuencias tiene y cómo podemos luchar ante su avance? ¿Cómo afecta a las personas más vulnerables del planeta? En la temporada 6 de "Volver a empezar" resolvemos estas preguntas sobre el cambio climático hablando con expertos en el tema. Te esperamos.
Como no podía ser de otra manera, dedicamos la Temporada 5 de Volver a empezar a Ucrania. Queremos conocer de cerca cómo se vive en un país en guerra, cómo es huir de este conflicto y comenzar de cero en un lugar nuevo. Pero también vamos a mostrar qué labor está realizando Acnur en esta situación y cómo podemos ayudar cada uno de nosotros. Te esperamos.
Esta es la historia de una persona que gracias al boxeo tuvo una segunda oportunidad. No solo ella, sino también toda su familia.
Ella es Sadaf. Mujer, boxeadora, refugiada, valiente y luchadora. Nació en Afganistán, uno de los peores países del mundo para nacer mujer. Si quieres conocer su historia, ¡dale al play! y si te emociona tanto como a nosotros, comparte este podcast.
La tercera temporada de Volver a Empezar tiene nombre propio: Sergio Chekaloff. Una persona que ha pasado 74 años buscando el reconocimiento de una nacionalidad.
Su historia es la de millones de personas en todo el mundo que carecen de derechos políticos, jurídicos y sociales por el hecho de no ser considerados ciudadanos. Son apátridas.
En esta segunda temporada de Volver a Empezar conoceremos a Sergio, Gleici y Cristian. Ellos se vieron obligadas a abandonar sus países y que al llegar a España se toparon con una situación excepcional por la pandemia de COVID-19. A pesar de sus dificultades personales, y aún a riesgo de contagiarse, volvieron a armarse de valor para ayudar a quienes más lo necesitaban.
Befriending es la primera temporada de Volver a Empezar. En ella conoceremos la historia de tres mujeres valientes. Dos de ellas lo dejaron todo atrás en sus países para volver a empezar. Una vez en España, forjaron una amistad que les ha ayudado a salir adelante en el día a día.
Ese campamento alberga la mayor cantidad de refugiados del mundo –unos 460.000 somalíes – que han huido del conflicto y la sequía en su país. El ACNUR, una de las pocas organizaciones internacionales que se mantienen en la zona, trabaja por mejorar la seguridad dentro del campamento después de que el domingo pasados dos líderes de los refugiados fueran asesinados por desconocidos. El portavoz del ACNUR, Emmanuel Nyabera, afirmó que a pesar de esas medidas, la población aún está temerosa. “Hay un clima de miedo no sólo entre los refugiados sino también entre los trabajadores humanitarios. Es por lo que ha pasado en el campamento y lo que sucede en Somalia, y las amenazas que han hecho diferentes grupos”, dijo Nyabera. Hasta el momento no se han hecho arrestos, y se piensa que los responsables están asociados al grupo rebelde somalí Al-Shabaab. Centro de Noticias de la ONU
Rasul Kulat, trabajador de ACNUR, con las beneficiarias Imelda Angud y Dairi Bansil en los escombros de la casa de Bansil, en el pueblo de Mandulog, en el norte de la isla de Mindanao. Después de haber sobrevivido a décadas de conflicto, Imelda Anugud no podía creer que finalmente fuera la furia de la naturaleza la que destruyera su casa. “Estábamos dormidas cuando el río empezó a inundar nuestra casa, alrededor de la medianoche”, dijo la mujer de 43 años, madre de tres hijas, al recordar cómo la tormenta tropical Washi golpeó la aldea que había sido su hogar, hace sólo una semana. “Dejamos todo, cruzamos el río y huimos hacia las colinas”, contó la mujer aún conmocionada por lo sucedido. “Dos horas después el agua ya se había llevado nuestra casa y el puente que cruzamos para escapar”. El miércoles apareció el primer rayo de esperanza de una pronta recuperación cuando ACNUR se convirtió en el primer organismo humanitario en entregar suministros de ayuda en la aldea de Imelda, que se encuentra en una zona rural al este de la ciudad de Iligan, en la isla de Mindanao, en el sur de Filipinas. Esta no ha sido la primera vez que los residentes de esta comunidad moro, de religión islámica, se han visto obligados a desplazarse. En 2010 tuvieron que dejar sus casas debido a uno de los episodios más recientes del conflicto que desde hace mucho tiempo divide el Frente Moro de Liberación Islámica y el Gobierno de Filipinas. Hace apenas un mes una disputa familiar – denominadas en la isla con el término "rido", pueden alcanzar proporciones significativas – los obligó a huir de la aldea. La Agencia de la ONU para los Refugiados empezó a trabajar con las comunidades afectadas por el conflicto en la isla de Mindanao en mayo de 2010. Inmediatamente después de la tormenta tropical Washi, ACNUR se sumó a la respuesta de las Naciones Unidas para apoyar a los organismos de ayuda gubernamentales, como agencia líder en el marco de los grupos temáticos de protección. ACNUR decidió concentrar la primera asistencia de emergencia en aquellas comunidades golpeadas dos veces, ya afectadas por el conflicto durante años y ahora también por las inundaciones. El 23 de diciembre ACNUR empezó a enviar suministros de ayuda de su almacén de emergencia en Dubai. En un periodo de 24 horas se empezó la distribución de lonas de plástico para proveer alojamiento de emergencia a un mínimo de 10.000 personas entre los que habían perdido sus casas en las inundaciones, uno de los peores desastres de este tipo que han golpeado a Filipinas. Entre los otros materiales distribuidos se encuentran unas 10.000 mantas, 4.000 bidones para el agua y más de 2.000 conjuntos de utensilios de cocina (ollas, sartenes, tazones, cuchillos, tazas y cubiertos), cada uno de los cuales ayudará a una familia de cinco personas a preparar sus comidas. “Esta lona de plástico es el primer paso para reconstruir nuestras vidas y casas”, dijo la amiga y vecina de Imelda, Dairi Bansil, quien también tiene tres hijos. Hasta el fin de semana pasado los ríos Baug y Kapai, que confluyen en esta aldea de montaña, nunca se habían desbordado, pero desde que ocurrió el desastre los deslizamientos de barro han aislado completamente a la aldea del resto del país, mientras las autoridades todavía no sabían que estas zonas habían sido afectadas. Incluso para una comunidad que ha soportado décadas de conflicto, estas inundaciones han sido el evento más devastador que han experimentado hasta ahora. La escuela del pueblo, de tres habitaciones, fue arrancada de sus cimientos y arrastrada 100 metros. “No sé qué vamos a hacer. Todavía estoy impactada y vivo el día a día”, dijo Dairi. “Puedo dejar el pueblo por el trauma que estoy sufriendo. Lo perdimos todo: la casa, los utensilios de cocina, la ropa. Absolutamente todo”. La distribución de los suministros de ayuda de ACNUR es realizada por organizaciones no gubernamentales que han estado trabajando con las comunidades durante años. "A la hora de ayudar a las comunidades a recuperarse del conflicto, ACNUR se ha centrado en financiar proyectos de impacto rápido y relativamente económicos (centros de costura, barcos de pesca equipados, pozos de agua y puestos de mercado) que involucran a toda la comunidad”, dijo Bernard Kerblat, Representante de ACNUR en Filipinas, la semana pasada. La Agencia de la ONU para los Refugiados está planeando proyectos similares para ayudar a las comunidades afectadas por las inundaciones. También los trabajadores de ACNUR se asombraron por el nivel de las devastaciones causadas por la tormenta tropical Washi, que en Filipinas se ha llamado Sendong. “He trabajado con las comunidades desplazadas internamente por el conflicto en Mindanao durante años”, dijo el funcionario de ACNUR Rasul Kulat. “Incluso mis parientes fueron desplazados forzosamente en el pasado. Pero estas inundaciones han causado daños más graves en los pueblos que la mayoría de los enfrentamientos armados”. Por Arjun Jain, en Mandulog, Mindanao, Filipinas