Cada 24 de abril, se conmemora el comienzo del genocidio armenio en honor a las víctimas y a quienes, como Bakalian, sufrirían las consecuencias durante toda la vida. En...
Aunque no han cruzado las fronteras, los desplazados también se han visto forzados a huir de sus casas. Este colectivo, pese a no ser tan nombrado por los medios...
Aunque cada vez son menos las personas que arriesgan su vida para llegar a Europa, los peligros en las rutas del Mediterráneo o terrestres son cada vez mayores. El...
El Comité español de ACNUR lleva la campaña #SoyUnLocoDeACNUR a las escuelas e institutos retándolos a organizar un festival solidario en favor de las personas refugiadas. El...
¿Tú también crees que no es normal que haya miles de personas que viven sin agua potable? ¿O que haya mujeres sufriendo violencia sexual en el Congo? ¿Es una...
Otro año más, Fundación Caja Navarra ha vuelto a mostrar su compromiso con los refugiados a través de su Convocatoria de Ayudas Sociales 2018. En este caso,...
ACNUR lanza la gira mundial #ConLosRefugiados para concienciar y fomentar las acciones a favor de quienes se han visto obligados a huir.
¿Padres e hijos abandonados a su suerte? Normal. ¿Acoger a una familia siria? Es de locos. ¿Niños soldados? Normal. ¿Que los menores en Sudán del Sur vayan a...
Volver a Empezar es el primer podcast del Comité Español de ACNUR, conducido y presentado por Molo Cebrián, creador de Entiende Tu Mente o Saliendo Del Círculo.
En esta nueva temporada de Volver a Empezar hablamos con mujeres que se han visto desplazadas por la fuerza, pero que no se dejan definir por estas circunstancias. Son mujeres incansables, que día a día superan la adversidad y la desigualdad y que además luchan por aquello en lo que creen: una vida digna para todas, para poder vivir en paz. Casi 60 millones de mujeres y niñas están desplazadas en todo el mundo, a ellas les dedicamos la novena temporada del Podcast del Comité español de ACNUR.
En la Temporada 8 de "Volver a empezar", el podcast del Comité español de ACNUR, nos preguntamos: ¿Puede el deporte convertirse en refugio? Para responder a esta pregunta hemos hablado con varias personas refugiadas que han tenido que huir de sus hogares, dejar su país y comenzar de cero en España. Personas a las que el deporte les ha salvado la vida. ¿Y cómo es posible esto? En muchas ocasiones lo es gracias a organizaciones, fundaciones y asociaciones que apuestan por el deporte como herramienta integradora de las personas refugiadas. Y es que el deporte integra, empodera, une, ayuda y puede convertirse en hogar, especialmente cuando el tuyo ha quedado muy lejos.
¿Te imaginas tener que abandonar tu país y empezar de cero para poder salvar tu vida? El protagonista de esta temporada tuvo que hacerlo: le llamaremos Juan. Por motivos de protección, prefiere no decir su nombre, ni de dónde viene, pero sí puede contarnos cómo ha logrado comenzar una nueva vida en un pequeño pueblo de la llamada España rural, ayudando a combatir el despoblamiento. Allí, donde muchos otros no quieren ir, Juan está construyendo un hogar seguro junto a su familia. Acompáñanos a conocer su historia en la séptima temporada del podcast del Comité español de ACNUR.
El cambio climático ha llegado para quedarse y marcar nuestro presente y nuestro futuro. Pero, ¿qué es exactamente? ¿Qué consecuencias tiene y cómo podemos luchar ante su avance? ¿Cómo afecta a las personas más vulnerables del planeta? En la temporada 6 de "Volver a empezar" resolvemos estas preguntas sobre el cambio climático hablando con expertos en el tema. Te esperamos.
Como no podía ser de otra manera, dedicamos la Temporada 5 de Volver a empezar a Ucrania. Queremos conocer de cerca cómo se vive en un país en guerra, cómo es huir de este conflicto y comenzar de cero en un lugar nuevo. Pero también vamos a mostrar qué labor está realizando Acnur en esta situación y cómo podemos ayudar cada uno de nosotros. Te esperamos.
Esta es la historia de una persona que gracias al boxeo tuvo una segunda oportunidad. No solo ella, sino también toda su familia.
Ella es Sadaf. Mujer, boxeadora, refugiada, valiente y luchadora. Nació en Afganistán, uno de los peores países del mundo para nacer mujer. Si quieres conocer su historia, ¡dale al play! y si te emociona tanto como a nosotros, comparte este podcast.
La tercera temporada de Volver a Empezar tiene nombre propio: Sergio Chekaloff. Una persona que ha pasado 74 años buscando el reconocimiento de una nacionalidad.
Su historia es la de millones de personas en todo el mundo que carecen de derechos políticos, jurídicos y sociales por el hecho de no ser considerados ciudadanos. Son apátridas.
En esta segunda temporada de Volver a Empezar conoceremos a Sergio, Gleici y Cristian. Ellos se vieron obligadas a abandonar sus países y que al llegar a España se toparon con una situación excepcional por la pandemia de COVID-19. A pesar de sus dificultades personales, y aún a riesgo de contagiarse, volvieron a armarse de valor para ayudar a quienes más lo necesitaban.
Befriending es la primera temporada de Volver a Empezar. En ella conoceremos la historia de tres mujeres valientes. Dos de ellas lo dejaron todo atrás en sus países para volver a empezar. Una vez en España, forjaron una amistad que les ha ayudado a salir adelante en el día a día.
Europa está viviendo una de sus peores crisis de refugiados en décadas. Cientos de miles de personas que huyen de los conflictos y la violencia en Siria, Irak, Afganistán y países del África subsahariana están tratando de llegar al viejo continente para reiniciar sus vidas. En lo que llevamos de año, unas 200.000 personas han desembarcado en Grecia y más de 100.000 en Italia. Para llegar hasta aquí, la mayoría se ha dejado los pocos ahorros que le quedaban y ha puesto en peligro su vida. Más de 2.500 muertos en el Mediterráneo La ruta migratoria del Mediterráneo es ahora mismo una de las más letales del mundo. Familias enteras se embarcan en lanchas, botes de plástico o barcos destartalados en los que se juegan la vida, a menudo también a manos de traficantes sin escrúpulos. “Era un barco de la muerte” dice Hasna, una mujer de 45 años que ha sobrevivido uno de los últimos naufragios ocurridos este verano en el Mediterráneo. Mahdi, otro refugiado que viajaba en el mismo barco, explica que huyó de Irak porque se negó a tratar con los milicianos. “Tenía que sacar de allí a mi familia. Había visto lo que le estaban haciendo a todo el que no les obedecía”. Pero la muerte acecha no sólo en el mar, también en tierra: recientemente más de 70 refugiados fallecieron en el interior de un camión en la frontera entre Austria y Hungría. "Esta tragedia pone de relieve la crueldad de los traficantes de personas que han expandido sus negocios desde el mar Mediterráneo hasta las carreteras de Europa. Esto demuestra que no tienen respeto por la vida humana", ha dicho recientemente la portavoz de ACNUR, Melissa Fleming. ACNUR, presente en las fronteras y puntos de llegadas ACNUR ha desplegado personal adicional en puntos clave de las fronteras europeas para hacer frente a esta crisis. En Grecia, la Agencia de la ONU para los Refugiados ha estado entregando materiales de primera necesidad a las personas que llegaban a las islas de Kos y Lesbos. Los equipos de protección de la Agencia están ofreciendo asesoramiento a los refugiados, identificando sus necesidades y trabajando en colaboración con los gobiernos de Grecia e Italia para mejorar las condiciones de recepción y el traslado y registro de los refugiados. Además, ACNUR ha estado presente desde el principio en la frontera entre Grecia y Macedonia, donde llegaron miles de personas en cuestión de días. ACNUR está siguiendo de cerca la situación y distribuyendo alimentos, agua, productos de higiene, lonas de plástico y mantas a los refugiados e inmigrantes en la parte griega de la frontera. En Serbia, ACNUR ha estado asistiendo a los recién llegados en el centro de tránsito de Presevo, al sur del país: se han repartido alimentos a las familias y próximamente se enviarán más suministros, como por ejemplo colchonetas, mantas y tiendas de campaña. Una de las principales preocupaciones de ACNUR son las condiciones en las que estas personas hacen este largo viaje. La mayoría llevan meses en tránsito y llegan a Europa agotadas físicamente y traumatizadas psicológicamente, por lo que necesitan asistencia médica y humanitaria, sobre todo aquellos más vulnerables como los enfermos, las embarazadas y las personas mayores.
Esta ruta se ha vuelto cada vez más peligrosa. Miles de personas desesperadas, entre ellas muchos niños, pasan días en el mar hacinados en las bodegas o las cubiertas de las precarias embarcaciones de los traficantes. Muchas veces se agota el agua y la comida, los barcos vuelcan por el sobrepeso o simplemente los traficantes abandonan a estas personas a su suerte en mitad del mar, como les pasó a Doaa y Bassem, dos jóvenes sirios que tenían planes de casarse cuando llegaran a Europa. Esta pareja de enamorados sirios que huyó de su país a causa de la guerra y buscaron refugio en Egipto, escapó de nuevo cuando comenzaron las hostilidades contra los refugiados sirios que vivían allí. Partieron de Egipto con la esperanza de llegar a Grecia, casarse en Europa y empezar una nueva vida juntos. Pagaron 2.500 dólares cada uno a los traficantes para que les subieran a uno de los barcos que cruzan el Mediterráneo. A los tres días de viaje, Doaa empezó a preocuparse y le confesó a Bassem sus peores temores: “Nunca llegaremos a la costa. Nos hundiremos todos”. Al cuarto día de viaje, un barco oxidado se aproximó a ellos y los traficantes les intentaron convencer de que se subieran, pero todas las personas que iban en el barco se negaron. Entonces, como recuerda Doaa, de 19 años, los traficantes se fueron enfadados y volvieron al poco tiempo para abrir un agujero en uno de los lados del barco en el que viajaban. “Que los peces se coman vuestra carne”, recuerda que les gritaron. Y poco después el barco empezó a hundirse… La dolorosa separación de dos jóvenes enamorados Bassem logró encontrar un flotador y dárselo a Doaa. Unas 100 personas sobrevivieron al naufragio y se agruparon en mitad del mar, pero poco a poco las fuerzas les fueron fallando y muchos desistieron y murieron ahogados, entre ellos Bassem. Doaa se quedó sola en mitad del mar con unas pocas personas que seguían luchando por sobrevivir y con cadáveres flotando a su alrededor. Un hombre palestino le dio su bebé de 9 meses. “Por favor, coge al bebé. Estoy muy cansado”, le dijo antes de ahogarse agotado. Unas horas más tarde, otra madre le pidió que salvara también a su hija de 18 meses. “Yo no sobreviviré”, recuerda que le dijo. En cuestión de pocas horas, la vida de Doaa y de los dos niños quedó suspendida en un limbo en mitad del Mediterráneo. Los pequeños lloraban por el miedo y el hambre, y Doaa trató de calmarlos contándoles cuentos.
En lo que llevamos de año, más de 225.000 personas han llegado a la frontera sur de Europa a través del Mediterráneo. Se estima que unas 2.100 han perdido la vida o desaparecido en el mar. Sólo a Grecia, entre enero y finales de julio de este año, han llegado más de 124.000 personas, lo que supone un aumento del 750% con respecto al mismo periodo del año anterior. El agravamiento de la situación está provocado por el incremento de los conflictos armados, la violencia o la persecución en los países de origen de estas miles de personas que se juegan la vida en el mar con la esperanza de encontrar un futuro mejor. La del Mediterráneo es hoy en día una de las rutas más transitadas y peligrosas que hay en el mundo, pero también la única vía que encuentran miles de personas para tratar de reiniciar sus vidas. Una crisis de refugiados, no de inmigrantes Tal y como ha afirmado el Alto Comisionado de ACNUR, António Guterres, “la mayoría de las personas que llegan por mar a Europa son refugiados que huyen de la persecución y de la guerra”. Los principales países de origen de las personas que arriesgan sus vidas en el Mediterráneo son Siria, Afganistán, Irak, Somalia, Eritrea…, países en guerra o que sufren conflictos bélicos desde hace años. Tras dejar su país, estas personas sobreviven en países vecinos hasta que sus recursos se acaban y, es entonces, cuando contemplan la última de sus opciones: embarcarse en un peligroso viaje por mar. Nuevas dificultades para los que logran llegar Los centros de recepción en Grecia están saturados. Miles de familias –sirias en su mayoría- se hacinan a la espera de coger un barco que les lleve a Atenas o de tramitar sus papeles y solicitar asilo. La solidaridad de los vecinos y la asistencia de organizaciones como ACNUR y ONG locales les está permitiendo subsistir, pero las condiciones en las que viven son precarias. En Italia las infraestructuras de acogida de refugiados están también al límite. ACNUR está facilitando materiales básicos y agua a las personas que llegan a la costa griega, además de colaborar en la coordinación de los traslados a otros puntos del país y de ofrecer asesoramiento legal a los recién llegados.