Durante la hora de recreo cada estudiante, de entre 3 y 11 años de edad, disfrutó de su cucurucho de castañas y aportó su granito de arena realizando un donativo a favor de los refugiados.
A través de dos breves charlas, impartidas por el personal del Comité español de ACNUR, se sensibilizó al alumnado sobre la situación de miles de niños y niñas refugiados inocentes que sufren de malnutrición. Gracias a la participación de todos los pequeños del centro se ha conseguido reunir aproximadamente 370 euros para la campaña “Hambre en África”. Además, con el fin de involucrar en la campaña al resto del pueblo, se han colocado huchas en diferentes calles de esta población vallisoletana, Simancas.