En las zonas liberadas del control de Boko Haram, se han detectado casos de malnutrición infantil
El marido de Falmata desapareció y ella huyó con su hija de cinco años y su bebé de 16 meses (Mamagona), que ahora se encuentra en una clínica del campo recibiendo tratamiento para la malnutrición infantil que padece.

Medidas desesperadas para hacer frente a la pobreza
Decenas de miles de nigerianos liberados de Boko Haram se enfrentan a la escasez de alimentos y de medios de vida. Muchas familias se han visto obligadas a enviar a sus hijos a la calle a mendigar o a desplazarse a zonas peligrosas para buscar madera que vender. Ante la falta de alojamiento, bastantes familias han optado por refugiarse en escuelas destrozadas por los combates.
ACNUR calcula que hay unos 800.000 desplazados internos nigerianos que necesitan ayuda urgente.
La Agencia de la ONU para los Refugiados está trabajando con el gobierno para buscar un nuevo espacio donde poder atender adecuadamente a estas personas y, mientras tanto, está distribuyendo materiales básicos de ayuda humanitaria como utensilios de cocina, colchones, mosquiteras, bidones de agua, material de higiene y suplementos alimentarios para evitar la desnutrición infantil de cientos de niños.