“Boko Haram atacó mi aldea hace seis semanas. Robaron todas nuestras pertenencias y nuestra comida”
Falmata, desplazada nigeriana
El marido de Falmata desapareció y ella huyó con su hija de cinco años y su bebé de 16 meses (Mamagona), que ahora se encuentra en una clínica del campo recibiendo tratamiento para la malnutrición infantil que padece.
“Mucha gente de mi aldea huyó y están ahora en este campo conmigo. La salud de Mamagona comenzó a empeorar cuando llegamos al campo. No hay suficiente comida aquí y no tengo bastante mijo que darle, pero no quiero volver a mi aldea, es demasiado peligroso con Boko Haram en la zona”.
Falmata, desplazada nigeriana
Decenas de miles de nigerianos liberados de Boko Haram se enfrentan a la escasez de alimentos y de medios de vida. Muchas familias se han visto obligadas a enviar a sus hijos a la calle a mendigar o a desplazarse a zonas peligrosas para buscar madera que vender. Ante la falta de alojamiento, bastantes familias han optado por refugiarse en escuelas destrozadas por los combates.
La Agencia de la ONU para los Refugiados está trabajando con el gobierno para buscar un nuevo espacio donde poder atender adecuadamente a estas personas y, mientras tanto, está distribuyendo materiales básicos de ayuda humanitaria como utensilios de cocina, colchones, mosquiteras, bidones de agua, material de higiene y suplementos alimentarios para evitar la desnutrición infantil de cientos de niños.