El Ayuntamiento de Madrid protege y empodera a las comunidades desplazadas en Mali

En 2024, Mali se ha enfrentado un contexto de inseguridad y desprotección crítico, provocando nuevos desplazamientos, incrementando la vulnerabilidad de las poblaciones afectadas y complicando aún más la situación humanitaria. Actualmente, el país alberga a cientos de miles de personas desplazadas a la fuerza (personas desplazadas internas, retornadas, solicitantes de asilo, y refugiadas, principalmente de Burkina Faso y Níger). Las capacidades de las comunidades locales están desbordadas y miles de personas dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir.

ACNUR lleva trabajando en Mali desde 1991 y cuenta con cinco oficinas en el país. Su equipo responde a las necesidades de las poblaciones desplazadas por la fuerza, así como de las comunidades de acogida.

El Ayuntamiento de Madrid ha mostrado su inmensa solidaridad con el contexto maliense, a través de una financiación de 185.000 euros. El proyecto financiado por este ayuntamiento tiene como objetivo responder a las necesidades de las poblaciones desplazadas por la fuerza y de las comunidades de acogida en las regiones de Tombuctú y Mopti, en el norte de Mali, promoviendo el acceso a los servicios de protección, reforzando los mecanismos de protección comunitaria y derivación a servicios especializados, además de realizar un acompañamiento de los casos individuales más graves. El proyecto se plantea beneficiar directamente a alrededor de 1.775 personas (un 54% de ellas, mujeres) y fortalecer los servicios de protección para más de 11.390 personas en las regiones mencionadas.

Con el fin de alcanzar estos objetivos, se ha formado a monitores y monitoras y puntos focales comunitarios, quienes son responsables de identificar casos de protección, derivarlos a servicios especializados y liderar actividades de sensibilización en sus comunidades, mediante la difusión de información sobre prevención, mitigación y respuesta a riesgos de protección, incluyendo la violencia sexual y de género (VSG).

Además, el proyecto incluye la distribución de kits de dignidad e higiene a 45 mujeres y niñas adolescentes en situación de alta vulnerabilidad, así como asistencia multisectorial de urgencia a 45 personas con necesidades específicas. También se ha formado a representantes de las autoridades locales (la mitad mujeres) sobre riesgos de protección, fortaleciendo así su capacidad para gestionar estas problemáticas.

Finalmente, es importante subrayar que ACNUR, en todos sus proyectos, como es este caso, aplica un enfoque basado en derechos humanos, que guía todas las fases del proyecto, desde la planificación y ejecución hasta la evaluación. Este enfoque fomenta la participación activa de las comunidades, promoviendo el respeto por los derechos humanos y empoderando tanto a las personas como a las estructuras comunitarias.