Cifra récord de desplazados cada mes
El 15 de abril comenzaron los enfrentamientos entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). Después de más de un año y medio de violencia más de 11 millones de personas se han visto obligadas a huir a países vecinos.
La mayoría son mujeres, niñas y niños que huyen sin nada, recorriendo kilómetros en transportes precarios o incluso a pie. Se estima que más de 24 millones de personas, es decir, casi la mitad de la población total del país, necesita asistencia humanitaria y servicios de protección.
La violencia étnica y las tensiones intercomunitarias en el país ha provocado que cada mes desde el inicio del conflicto, un millón de personas huyeran de sus hogares. Más de 9.000 personas han fallecido a causa de la crueldad de los combates. Los que sobreviven no ven otra salida que abandonar sus casas en busca de un lugar más seguro. Necesitan agua, alimentos, refugio, asistencia sanitaria, artículos de socorro, prevención de la violencia de género y apoyo psicosocial.
Casi la mitad de la población de Sudán necesita protección y asistencia humanitaria y es que el país está sufriendo un deterioro enorme de su sistema sanitario. Esto se debe a los continuos ataques a las instalaciones sanitarias, a la falta de alimentos y la falta de personal que ha hecho que el 80 % de los hospitales ya no funciones en los estados afectados por el conflicto. Si a esto se le une la falta de alimentos y de acceso a agua potable hace que enfermedades como el sarampión, el cólera, diarrea o malaria estén proliferando entre la población, especialmente en los menores de 5 años.
11,6 millones
personas desplazadas forzosamente.
8,2 millones
personas desplazadas internas en Sudán.
24 millones
personas necesitan asistencia humanitaria y servicios de protección.
En situaciones de emergencia como esta, la ayuda humanitaria es esencial para mejorar, en la medida de lo posible, la vida de estas personas que se ven forzadas a huir en busca de un lugar seguro. ACNUR está presente en este conflicto desde el inicio colaborando con los gobiernos de acogida y sus socios para poder realizar su labor. Los ejes principales en los que trabaja son: protección de las personas desplazadas, servicios de atención primaria y apoyo psicosocial, y suministro de medicamentos y material médico, refugio y materiales de emergencia, agua y saneamiento y educación (materiales de enseñanza, espacios temporales de aprendizaje).
"Los combates crecen en alcance y brutalidad, afectando a la población de Sudán, y el mundo guarda un escandaloso silencio, aunque persisten impunemente las violaciones del derecho internacional humanitario".
Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.