ACNUR, líder en materia de refugio y campos de refugiados a nivel mundial
Más de 80 millones de personas en el mundo han perdido su hogar y sus raíces a causa de la guerra y la violencia. Darles un refugio seguro es el principal trabajo de ACNUR, que lleva 70 años facilitando cobijo y asistencia básica a víctimas de conflictos. ACNUR cuenta con distintas modalidades de refugio que se adaptan al entorno y a las necesidades de las familias. Ofrecer un espacio seguro y digno a las familias que lo han perdido supone también aprovisionarlas de materiales básicos como mantas, colchones, artículos para cocinar, calefactores, lámparas solares y cubos para recoger agua. ACNUR se encarga de repartir todos estos materiales para garantizar unas condiciones de vida mínimamente dignas en los campos de refugiados.
92.400
refugiados reasentados en 2018.
2,9
millones de desplazados retornaron en 2018.
16 %
de refugiados acogidos por países desarrollados.
ACNUR es la agencia líder de Naciones Unidas en materia de refugio y campos de refugiados. Su mandato de protección contempla la provisión de refugio como una de sus principales actividades. Dar un nuevo hogar a los millones de personas que lo han perdido todo no es tarea fácil y los retos se multiplican cada año a medida que las cifras de desplazamiento mundial se disparan. No obstante, ACNUR cuenta con almacenes logísticos en varios puntos del planeta que permiten entregar tiendas y materiales básicos de ayuda humanitaria en cuestión de horas cuando se producen emergencias.
Sin embargo, son cientos de miles los refugiados de todo el mundo que se ven obligados a vivir en campos durante años e incluso décadas. Para ellos ACNUR prepara programas especiales destinados a ofrecerles un alojamiento permanente y digno, así como opciones de integración en el país de acogida. Del mismo modo, aquellas personas que se encuentran refugiadas en entornos urbanos reciben la asistencia de la Agencia en forma de ayudas económicas en efectivo para pagar el alojamiento y materiales básicos para su vida diaria como mantas, calefactores o ropa de abrigo en invierno.
“En diferentes puntos nos dieron comida, mantas y sacos de dormir. Esta es la primera tienda sólida en la que hemos dormido”.
Mahmoud, refugiado sirio en Europa