El último informe de Tendencias Globales de ACNUR constata una dura realidad: el pasado año, 2022, terminó con una cifra impactante de personas refugiadas y desplazadas en el mundo, llegando a los 108,4 millones. La guerra en Ucrania que, comenzó el año pasado, provocó que este número aumentara considerablemente con respecto a los anteriores. Este conflicto, junto a otros nuevos como el de Sudán, han hecho que a día de hoy la cifra total ascienda a 110 millones de personas.
Es la primera vez en la historia que se alcanza una cifra tan alta y sin precedentes de personas obligadas a huir de sus hogares y que vuelve a poner de relieve la necesidad de poner en marcha acciones colectivas de manera urgente para abordar las causas y los efectos del desplazamiento.
Estas cifras las conocemos gracias al informe de Tendencias Globales de Desplazamiento Forzado, la publicación anual más importante que realiza ACNUR. Un número que no deja de crecer año tras año y que no parece que vaya a cambiar la dinámica en este 2023. Destaca que de 2021 a 2022 la cifra aumentó en 19,1 millones de personas, para alcanzar en 2022 el número de 108,4 millones de personas desplazadas por guerras, persecución, violencia y violaciones de los derechos humanos.
Del número total de personas desplazadas en el mundo, 35,3 millones son refugiadas, es decir, personas que han cruzado una frontera internacional, mientras que 62,5 millones son desplazadas internas, que continúan dentro de sus países de origen.
Dentro de seis meses se celebrará el segundo Foro Mundial sobre los Refugiados en Ginebra. Un evento de gran relevancia que busca encontrar nuevas soluciones a la situación actual y mostrar solidaridad, tanto a las personas que se han visto obligadas a huir de sus países, como a las comunidades que les han dado acogida.
Este informe también ha dejado claro que aquellas personas que se han visto obligadas a huir pueden, en ocasiones, volver a casa y lo hacen de manera voluntaria y segura. En 2022 más de 339.000 personas refugiadas volvieron a 38 países como Camerún, Costa de Marfil, Siria o Sudán del Sur, entre otros. Además, 5,7 millones de personas desplazadas internas también regresaron a sus lugares de origen en Myanmar, Siria, Etiopía, Mozambique y República Democrática del Congo.
“Las personas en todo el mundo siguen dando muestras de una excepcional hospitalidad hacia las personas refugiadas, ayudando y ofreciendo protección a quienes la necesitan pero hace falta mucho más apoyo internacional y que se compartan las responsabilidades de manera más equitativa, sobre todo con los países que han dado acogida al mayor número de personas desplazadas en el mundo”.
Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Gracias a este informe ya conocemos la cifra tan alta de personas refugiadas y desplazadas en el mundo, pero hay muchos más datos interesantes.
Uno de los más relevantes es que el 76 % de estas personas refugiadas y otras que necesitan protección internacional, son acogidas en países de renta baja y media, es decir aquellos que tienen menos recursos. Tanto es así que 46 de los países menos desarrollados, que representan menos del 1,3% del producto interior bruto a nivel mundial, han acogido a más del 20% del total de personas refugiadas.
El 76% de las personas refugiadas y otras personas que necesitan protección internacional acudían los países vecinos desde su país de origen. Y un 70% son acogidos en países vecinos a su país de origen.
Otro dato interesante es que el 52% de todas las personas refugiadas y otras personas que necesitan protección internacional procedían de tres únicos países: Siria (6,5 millones), Ucrania (5,7 millones) y Afganistán (5,7 millones).
Sin duda, la guerra en Ucrania supuso un antes y un después en esta cifra de personas refugiadas y desplazadas durante el 2022. Este país pasó de tener 27.300 personas desplazadas y refugiadas a finales de 2021 a 5,7 millones al terminar el 2022. Este éxodo es el más rápido en crecimiento desde la Segunda Guerra Mundial.
A finales del año pasado, también aumentaron de manera considerable las cifras de la población desplazada procedente de Afganistán. El informe también refleja el aumento de personas refugiadas y desplazadas en países como Colombia o Perú. Tampoco hay que olvidar los movimientos mixtos de personas refugiadas y migrantes en 2022 desde Venezuela hacia otros países de la región y desde Centroamérica hacia la frontera de México con Estados Unidos.