Nuevo ataque mortal en la República Democrática del Congo

El conflicto de la República Democrática del Congo ha provocado más de 5 millones de personas desplazadas por culpa de la violencia indiscriminada que azota el país desde hace décadas. En los últimos días se ha producido una brutal escalada de ataques contra la población civil por parte de grupos armados no gubernamentales en el este del país. El 19 de enero un grupo de hombres armados atacó el campo de desplazados internos de Plain Savo, provincia de Ituri asesinando a dos adultos y cinco niños. Además, gran parte de los alojamientos de las personas desplazadas fueron saqueados e incendiados. Esto ha provocado que 17.000 personas hayan huido en busca de seguridad a Bule, una ciudad cercana donde han sido instalados en escuelas, mercados al aire libre e iglesias. Sin duda, espacios muy insuficientes para tanta población desplazada que no tienen donde guarecerse y por supuesto, no disponen de comida ni agua suficiente.

Este ataque, desgraciadamente, no es un hecho aislado, ya que en las últimas semanas más de 200 personas han sido asesinadas por grupos armados no gubernamentales que también destruyeron 2000 casas y demolieron o cerraron 80 escuelas. Las cifras de personas que han tenido que huir de sus hogares alcanza las 52.000 en una provincia que ya acoge a más de 1,5 millones de desplazados internos. Uno de los asentamientos de emergencia más seguro es el de Rhoe donde han llegado 35.000 llegando a ser 70.000 personas, casi el doble de su capacidad.

En 2003 se firmó un tratado de paz que puso fin a la guerra civil pero esto no evitó que en 2018 hubiera un rebrote de violencia que dura hasta nuestros días y que ha provocado que cientos de miles de congoleños hayan tenido que huir a países vecinos para ponerse a salvo. Algo que para ellos supone estar meses e incluso años viviendo en campos de refugiados o desplazados lejos de su hogar. Como en la mayoría de los conflictos de este tipo, la gran parte de las personas que tienen que huir son mujeres y niños que en el caso de la República Democrática del Congo es de un 60%. Es impactante leer algunas cifras que llegan de ese conflicto como que una de cada cinco personas que huyen son menores de 5 años y en muchos caso, se ven en la obligación de viajar solos. Además de los niños, las mujeres, como hemos comentado, son las más vulnerables ya que una mujer es violada más de una vez a lo largo de su vida en este país.

En marzo de 2022 resurgieron los enfrentamientos en la provincia de Kivu Norte donde 521.000 personas se vieron obligadas a huir para salvarse de los ataques aéreos y el reclutamiento forzado de los grupos armados no gubernamentales. En total, este conflicto ha provocado que 2,1 millones de personas hayan huido de esta provincia marcada por la violencia.

En este clima de inestabilidad y violencia, la labor de ACNUR y sus socios es clave ya que ofrecen alojamiento, gestionan los asentamientos y protegen la vida de los desplazados a pesar de que ponen en riesgo su propia seguridad. Desde ACNUR se hace mucho hincapié en que la población civil nunca sea el objetivo de estos grupos armados, por tanto, se debería respetar el carácter civil y humanitario de los asentamientos de estas personas desplazadas. Para concretar más sobre la labor de ACNUR en este conflicto, cabe destacar que en enero asistieron a 1154 familias con miembros vulnerables como mujeres embarazadas o personas con discapacidad, entre otros. Todos ellos están en una situación complicada en su traslado a los alojamientos de emergencia recién construidos en el campamento de Buchagara, cerca de Goma, en Kivu Norte.

Este conflicto ha provocado que más de 5,6 millones de personas se hayan visto obligadas a huir, siendo la mayor población desplazada del continente africano y una de las mayores del mundo. Tampoco se puede olvidar que además este país acoge a más de 500.000 personas refugiadas, por lo que es muy necesaria tu ayuda y colaboración para conseguir más fondos para proteger a estas personas.