La violencia en Costa de Marfil provoca nuevos desplazamientos

En la foto de portada, familias marfileñas cruzan a Liberia a través de un sendero forestal. La violencia en Costa de Marfil tras las elecciones celebradas el pasado 31 de octubre va en aumento. La tensión y los disturbios han provocado el desplazamiento de más de 8.000 marfileños a países vecinos. La mayoría, el 92 %, ha huido a Liberia, pero también a Ghana, Guinea y Togo. Las comunidades locales han acogido a los refugiados y comparten sus limitados recursos y los refugios.

En la foto, una familia liberiana de la comunidad de acogida en la ciudad fronteriza de Beo Yorlay espera recibir a los solicitantes de asilo de Costa de Marfil que huyen de los disturbios en su país.

La mayoría de las personas que llegan son mujeres y niños de las regiones del oeste y el suroeste Costa de Marfil. Algunos ya habían estado refugiados anteriormente y habían sido repatriados. Ahora se han visto obligados a huir de nuevo con escasas pertenencias. Muchos no tienen dinero ni comida.

Bahiro Jalires (más abajo, en la foto), huyó de Costa de Marfil en marzo de 2011, cuando se desató la violencia a raíz de las elecciones presidenciales. Más de 3.000 personas murieron, 300.000 se vieron obligadas a huir a otros países de la región y un millón de personas fueron desplazadas dentro Costa de Marfil.

El miedo a que se produjese una situación parecida a la de 2011 ha propiciado la huida de miles de marfileños a los países vecinos. La mayoría desean permanecer cerca de la frontera y regresar a casa tan pronto como la situación se estabilice.

En Liberia, el personal de ACNUR está trabajando en terreno y colabora con las autoridades para registrar a los recién llegados y proporcionar alimentos, ayudas en efectivo y artículos de emergencia, y cubrir las necesidades de agua, saneamiento y refugio. ACNUR está reforzando su apoyo por si la situación empeora y el número de desplazados aumenta. Está preparado para prestar asistencia a 10.000 refugiados en Liberia.

500 marfileños también han llegado a Ghana, Guinea y Togo, donde están recibiendo asistencia inmediata. ACNUR ha aumentado el control fronterizo para garantizar que los recién llegados sean identificados rápidamente y reciban la ayuda que necesitan.

ACNUR agradece a los gobiernos de Burkina Faso, Ghana, Guinea, Liberia y Togo por dar asilo a los refugiados marfileños en su territorio, a pesar de las restricciones fronterizas por el COVID-19.

La Agencia continúa trabajando en estrecha colaboración con los gobiernos y otros socios de la ONU en la región y se prepara para activar planes de contingencia conjuntos en caso de que se aceleren los movimientos de refugiados.