La Diputación de Huelva, solidaria con las personas desplazadas en graves crisis humanitarias 

El conflicto en Sudán no ha cesado desde abril de 2023, y en 2024 se convirtió en la mayor crisis de desplazamiento a nivel mundial, con más de 12,3 millones de personas obligadas a huir dentro y fuera del país. A Chad llegaron más de 238.589 personas, lo que elevó el número total de recién llegados a 734.413 (204.141 hogares) desde el inicio del conflicto. En este contexto, la Diputación de Huelva aprobó una ayuda de emergencia que permitió asistir a 100 familias con artículos básicos de emergencia y de cobijo, como bidones de agua, kits para cocinar, mantas o lámparas solares o lonas y herramientas para levantar refugios de forma rápida.

De esta forma, ACNUR pudo apoyar a las familias refugiadas, especialmente a las más vulnerables, para que encontraran a su llegada unas condiciones de vida lo más dignas y seguras posibles.

Pero en 2024 hubo lamentablemente otros conflictos graves que requirieron la acción rápida de ACNUR y sus donantes. El 23 de septiembre, Israel intensificó drásticamente sus ataques aéreos contra Líbano, los ataques más mortíferos y devastadores que había sufrido el país en décadas. Muchas personas en Líbano tuvieron que huir de sus hogares: casi 120.000 personas fueron desplazadas en menos de una semana. Tras un mes de escalada del conflicto, más de 1,2 millones de personas habían sido desarraigadas dentro del país, con 450.000 personas más huyendo a Siria. Ante esta situación, ACNUR activó un plan de emergencia para aumentar su respuesta humanitaria para la población desplazada libanesa y refugiada siria afectada por el conflicto. Nuevamente, la Diputación de Huelva respondió al llamamiento y contribuyó a financiar ayuda urgente para 250 familias desplazas en Líbano. Las personas desplazadas pudieron recibir así artículos de emergencia y una ayuda en efectivo que les permitió hacer frente de forma rápida a sus necesidades más inmediatas, en un momento además en el que el duro invierno añadía serias amenazas a la supervivencia de las familias afectadas.

Frente a un año convulso, el apoyo de instituciones como la Diputación de Huelva, que respondieron solidaria y rápidamente a las crisis humanitarias y a los llamamientos de ACNUR, fue esencial para proteger a las víctimas más vulnerables, sus derechos y sus vidas, y continuará siéndolo en 2025.