Eran las tres y media de la tarde del jueves 20 de julio cuando el avión aterrizó. Dentro, 204 sirios llegaban al aeropuerto de Madrid-Barajas desde Beirut, la capital libanesa.
En su mayoría son niños y menores, todos ellos llevaban meses o incluso años viviendo en Líbano, donde la situación es cada vez más difícil, y habían sido propuestos por ACNUR para ser reasentados en España.
Es, sin duda, un paso al frente en la acogida de refugiados a través de un programa de protección internacional que facilita vías legales de entrada para refugiados en nuestro continente, evitando más trágicas muertes en la peligrosa ruta del Mediterráneo.
Hasta septiembre de 2017, España se ha comprometido a reasentar a 1.449 refugiados sirios de los cuales han llegado 631 hasta ahora, algo menos de la mitad. Todos ellos venían desde Líbano o Turquía, dos países que acogen a la mayor parte de los refugiados sirios en el mundo: Turquía a más de 3 millones y Líbano a 1 millón. Este segundo, con solo 4 millones de habitantes, es el que mayor tasa de refugiados por habitante acoge de todo el mundo.
Las nuevas llegadas, con las que se alcanza el 43,5% de los refugiados sirios comprometidos por el Gobierno, se suman a los 16.500 solicitantes de asilo en España.
ACNUR, que celebra la llegada de este grupo de refugiados, estima que hay 1,2 millones de personas refugiadas en el mundo que necesitan ser reasentadas, aunque las plazas a disposición, por parte de los distintos Estados, son muy escasas comparadas con estas necesidades. En el último año, 137 países ofrecieron 189.300 reasentamientos de los cuales el 70% eran en EE.UU. y Canadá.
La mayoría de las personas en necesidad de protección internacional son las que huyen de guerras y conflictos en Siria, Sudán del Sur, Afganistán y la República Democrática del Congo.
ACNUR seguirá a disposición de las autoridades españolas para continuar impulsando la apertura de nuevas vías legales de entrada en España para personas en necesidad de protección internacional, como son los programas de patrocinio privado, los visados humanitarios o los visados para estudiantes, que ayudan a personas en necesidad de protección internacional.
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