Afganistán necesita ayuda Afganistán necesita ayuda

Afganistán necesita ayuda

Ayuda a Afganistán

Afganistán sigue sufriendo una de las crisis humanitarias más importantes de la actualidad. Solo en 2025, unos 780.000 afganos se han visto obligados a regresar a su país desde Pakistán e Irán debido al endurecimiento de las condiciones en ambos países de acogida. Regresan de manera involuntaria a un país en el que tres cuartas partes de la población vive al nivel de subsistencia y la mitad necesita asistencia humanitaria.

Además, el país ha sufrido terremotos e inundaciones que hacen todavía más vulnerable a la población y dejan a su paso destrucción, personas fallecidas, heridas y la pérdida de muchos hogares.

Todo esto unido a la complicada situación que ya vive el país desde hace años, hace que su población necesite ayuda urgente. Por favor, colabora.

Un retorno involuntario

Desde septiembre de 2023, más de 3 millones de afganos han regresado de Pakistán e Irán, incluyendo aproximadamente 780.000 solo en 2025, de los cuales 351.600 fueron deportados. Esto marca un cambio significativo en la dinámica del desplazamiento, impulsado principalmente por el creciente sentimiento antiafgano y el endurecimiento de las condiciones en ambos países de acogida, lo que ha provocado un aumento de los retornos involuntarios.

Si bien no todos fueron deportados formalmente, las evaluaciones de protección en los cruces fronterizos y los centros de recepción indican que muchos se sintieron obligados a irse. Los retornados citan con frecuencia el acoso policial, las presiones para desalojar y el deterioro general de las condiciones de vida en Pakistán como factores clave que influyeron en su decisión de regresar.

Muchos de los que regresan nacieron en Pakistán o han vivido allí durante décadas, a menudo sin documentos de identidad, títulos de propiedad ni vínculos familiares sólidos en Afganistán. Regresan a un país que apenas tiene medios para acogerlos: tres cuartas partes de la población afgana vive al nivel de subsistencia y la mitad necesita asistencia humanitaria.

A pesar de acoger a 3,75 y 1,75 millones de afganos respectivamente, Irán y Pakistán —dos de los mayores países de acogida de refugiados del mundo— se enfrentan a crecientes desafíos internos, lo que reduce aún más el margen de protección para los refugiados afganos.

Foto: © ACNUT/Oxygen Empire Media Production.

La respuesta de ACNUR

ACNUR lleva más de 35 años de presencia en Afganistán y está trabajando estrechamente con socios nacionales e internacionales para responder a la situación como parte de una respuesta más amplia.

En esta situación de retorno involuntario, ACNUR y sus socios están ayudando a los retornados en los cruces fronterizos con registro biométrico, seguimiento de la protección, apoyo psicosocial y una asistencia financiera de emergencia limitada para cubrir sus necesidades inmediatas y apoyar su posterior desplazamiento. Sin embargo, debido a los graves recortes de financiación, la asistencia financiera en la frontera se ha reducido siete veces, lo que limita drásticamente la capacidad de las personas para superar la subsistencia y comenzar a reconstruir sus vidas.

En las zonas prioritarias para el retorno, ACNUR también proporciona asistencia financiera para la reintegración, el alojamiento y el apoyo a la vivienda, la formación profesional y la creación de medios de vida y el emprendimiento. Sin embargo, la continua falta de financiación ha obligado a despriorizar muchos servicios, en particular los dirigidos a mujeres y niñas, en favor de intervenciones inmediatas que salvan vidas

Conflictos, hambre y desastres naturales

Afganistán lleva sumido en una crisis humanitaria desde hace décadas. La violencia, los desastres naturales, la inseguridad alimentaria paralizante (el 45 % de la población padece desnutrición) y la inestabilidad económica es cada vez mayor.

Cuatro décadas de conflictos y violencia han empujado a millones de afganos y afganas al exilio. Afganistán ha sufrido una de las situaciones prolongadas de refugiados más graves del mundo. La llegada de los talibanes en agosto de 2021 provocó que una gran parte de la población abandonara sus hogares, y muchas personas permanecen desplazadas dentro del país.

Foto: © ACNUT/Oxygen Empire Media Production.

A la violencia, la crisis económica y la inseguridad alimentaria existente se le une que es uno de los países más vulnerables al clima extremo y sus consecuencias. Lo último que ocurrió fue en julio de 2024 cuando un temporal de fuertes lluvias provocaron inundaciones en las regiones central y oriental de Afganistán. Este desastre llegó tan solo un mes después de otras inundaciones que afectaron a las regiones septentrional, nororiental y occidental. Ambos temporales causaron daños humanos y materiales, miles de hogares fueron destruidos, además de víctimas mortales, personas heridas, daños en carreteras, puentes, escuelas y hospitales.

Anteriormente, en octubre de 2023, un seísmo de magnitud 6,3 hizo temblar la tierra del oeste del país en la provincia de Herat. Las réplicas fueron sucediéndose a lo largo de los días posteriores que siguieren provocando víctimas y daños materiales. Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, el número de muertos alcanzó los 1.300 y 1800 personas resultaron heridas. Más de 19.200 personas se vieron directamente afectadas por los terremotos, 12 pueblos completamente destruidos, 2.500 casas derrumbadas y 8.100 familias (56.700 personas) necesitadas de ayuda.