+ 2 millones
refugiados registrados de Afganistán (en Irán, Pakistán, Tayikistán, Uzbekistán, Turkmenistán).
3,5 millones
de personas desplazadas internas.
28,3 millones
de personas necesitan ayuda humanitaria y protección.
El 15 de agosto de 2023 se cumplen dos años desde que los talibanes llegaran a Kabul, la capital del país, y derrocaran al gobierno afgano. Los talibanes que estuvieron en el poder desde 1996 al 2001 sembraron el terror entre la población afgana.
La falta de instituciones fuertes y la inestabilidad política, hicieron que los talibanes siguieran controlando parte del país y la guerra continuó durante 20 años. El 15 de agosto de 2021, los talibanes asediaron las afueras de Kabul y el que era el presidente, Ashraf Ghani, entregó la capital de manera pacífica., dando fin a la guerra y al comienzo de un nuevo período con los talibanes en el poder hasta la actualidad.
La llegada de los talibanes ha provocado que una gran parte de la población afgana haya tenido que abandonar sus hogares, y muchas personas permanecen desplazadas dentro del país. Las personas que huyen lo hacen, prácticamente, con lo puesto. No tienen acceso a agua, alimentos ni ropa y viven en refugios improvisados.
En 2022 el país tuvo que hacer frente a grandes desafíos como los estragos de la pandemia de la COVID-19, las repercusiones de la guerra en Ucrania, un terremoto devastador, la inseguridad alimentaria paralizante y una inestabilidad económica cada vez mayor.
Y es que Afganistán es una de las zonas más expuestas a desastres naturales, como la actual sequía, que afecta al 80 % de la población. Todo ello repercute en la alimentación de la población, que hace que el 45 % padezca desnutrición.
Cuatro décadas de conflictos y violencia han empujado a millones de afganos al exilio. Afganistán ha sufrido una de las situaciones prolongadas de refugiados más graves del mundo. Irán y Pakistán acogen a casi el 90 % de todos los refugiados afganos registrados.
Además, el sistema sanitario está al borde del colapso, los derechos fundamentales de mujeres y niñas corren peligro, y los granjeros y pastores luchan contra la crisis climática. Esto demuestra que, aunque la guerra terminó, persisten la violencia, el miedo y las carencias de la población.
“Millones de personas en Afganistán necesitan que nosotros – gobiernos, organizaciones humanitarias y la ciudadanía – estemos con ellas y mantengamos el rumbo”.
Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
La llegada de los talibanes ha afectado a toda la población, pero especialmente a las niñas. Y es que a todos los desafíos a los que hace frente el país, se le une la erosión sistemática de los derechos de las mujeres y niñas y su progresiva exclusión de la vida pública y política por parte de las autoridades de facto, que llegaron incluso a prohibir que las mujeres trabajaran en ONG y las Naciones Unidas, tal y como anunciaron en diciembre de 2022. Todo ello tuvo un impacto desproporcionadamente negativo en los afganos retornados, desplazados internos, refugiados y solicitantes de asilo, así como en las comunidades que generosamente los acogen.
ACNUR permanecerá y cumplirá con su mandato en Afganistán de proteger a las personas en mayor situación de vulnerabilidad y para brindarles asistencia vital, proporcionando albergue, artículos de primera necesidad, infraestructura comunitaria y apoyo psicosocial.
En 2022, ACNUR llegó a las 34 provincias del país y prestó apoyo a 6,2 millones de personas. También se amplió e integró la ayuda en efectivo, y 1,5 millones de personas se beneficiaron de ella; 4,1 millones de personas accedieron a asistencia comunitaria, se distribuyeron casi 360.000 artículos básicos de socorro y 60.000 personas recibieron apoyo psicosocial.
ACNUR también siguió invirtiendo en soluciones duraderas para el retorno y la reintegración, centrándose especialmente en la salud, la educación y los medios de vida. Desde agosto de 2021, ACNUR ha mantenido un aviso de no retorno para Afganistán (reafirmado en febrero de 2023), pidiendo que se detengan los retornos forzados de ciudadanos afganos.
En marzo de 2023, ACNUR lanzaba el Plan de Respuesta Humanitaria para Afganistán con el objetivo de atender a 23,7 millones de afganos vulnerables. Desde entonces, el número de personas que necesitan ayuda humanitaria ha aumentado a 28,8 millones. A pesar de las difíciles circunstancias, los socios humanitarios han podido llegar a más de 17,3 millones de personas en los primeros cinco meses del año.
La asistencia humanitaria sigue siendo una necesidad apremiante. ACNUR ha ampliado el alcance de su respuesta, pero necesita apoyo para asistir y proteger a las personas desplazadas a la fuerza.