Enhorabuena por dar un paso más.
Aquí vas a ver cómo y por qué dar la oportunidad de futuro a jóvenes refugiados con una beca de estudios de ACNUR.
Te recomiendo leer hasta el final para conocer bien los detalles.
Pero por si lo tienes claro ya, te pongo a continuación el módulo de donación.
Ten en cuenta que no hay una cantidad mínima ni máxima para unirse al programa de becas DAFI.
Pero para que veas el impacto de tu donación, las cantidades que te indico son el promedio del coste para ACNUR por estudiante y semestre/año completo.
También es importante que tengas en cuenta que puedes repartir tu donación en varios pagos si te viene mejor, o incluso unirte con un acuerdo a varios años siguiendo la duración de los estudios completos. Para eso puedes hablar conmigo y le damos forma.
Si quieres más información escríbenos a: atencionMD@eacnur.org
Según las cartas que te tocan de entrada, o de las nuevas que te van dando, el juego puede cambiar radicalmente.
Puede cambiar a tu favor, o en tu contra.
Su presente es la primera carta.
Su futuro posible cambiaría radicalmente en función de recibir la carta azul de la oportunidad, para seguir estudiando, o la carta negra que es la que le toca aún a la mayoría de jóvenes refugiados.
Como has visto, la propuesta es sencilla y a la vez muy transformadora.
Va de darle la carta azul de la oportunidad a jóvenes que se han encontrado en la cara mala del mundo, la de la huida de la guerra, la violencia y la persecución.
Son jóvenes refugiados, sin medios y lejos de todo lo conocido, cuyas cartas actuales son más bien negras.
Por eso ACNUR les apoya de una forma especial: INVIERTE en ellos.
En su formación. En su futuro.
Por eso esta es una petición de apoyo especial también para ti desde ACNUR.
Va mucho más allá de la ayuda de supervivencia necesaria ante nuevas guerras o catástrofes que provocan éxodos masivos. Más allá de lo que sale en las noticias y nos empuja a actuar con rapidez.
Lo que te propongo es apoyar a ACNUR para lo que viene tras la supervivencia, especialmente en el caso de los más jóvenes:
seguir viviendo y creciendo,
reconstruir una vida interrumpida por el trauma y el miedo,
darle sentido,
poder ayudar a su familia,
contribuir al país herido al que sueñan con volver o al que les ha acogido...
Porque quien hoy es un joven refugiado que ha huido de la guerra y la persecución, mañana podría ser una ingeniera, un maestro, alguien experto en electrónica o en nutrición.
Cuando te sumas al programa de becas DAFI de ACNUR, lo que pasa es que cambias futuros de jóvenes refugiados DE FORMA REAL.
La idea de darles estas becas no es nada nuevo. ACNUR lleva 32 años dando becas a través del programa DAFI.
Es un programa consolidado, exigente y que ha logrado resultados reales en la vida de más de 26.300 refugiados y, por tanto, de sus familias y comunidades.
Pero su escala hasta ahora ha sido menor de lo deseable, porque su financiación venía casi exclusivamente de la donación anual voluntaria del Gobierno alemán, que fue su impulsor y que ha velado por mantenerlo vivo siempre de la mano de ACNUR.
Así que solo con más financiación, más jóvenes refugiados que se lo merecen podrán optar a estas becas, que les cubren todos los gastos y les dan una red de apoyo.
Donar para financiar más becas, sí, pero con visión de invertir en las personas para el largo plazo.
ACNUR sabe lo que hay que hacer y cómo. Solo necesita más apoyos para hacerlo real.
Por eso ACNUR ha decidido apostar de verdad por este programa, invitando por primera vez a los donantes privados de todo el mundo a entrar en él.
Y los resultados ya se están empezando a ver. En 2018 accedía el 1% de los refugiados a estudios terciarios. En 2022 llegó el 6% y en 2023 el 7%.
Te animo a invertir en ellos, en los jóvenes refugiados, confiando en el trabajo de ACNUR y contando conmigo a este lado para resolver cualquier duda que tengas.
Ojalá te animes y podamos hablar.
Si quieres más información escríbenos a: atencionMD@eacnur.org
El programa de becas DAFI (Iniciativa Académica Alemana Albert Einstein) nació en 1992 como proyecto de educación de ACNUR, gracias al apoyo del Gobierno alemán. Ofrece a estudiantes refugiados la posibilidad de acceder a estudios de nivel terciario: universidad o formación profesional. En 30 años ha dado la oportunidad a 21.500 jóvenes y quiere crecer para dar muchas más. Por eso se ha abierto ahora a la entrada de donantes privados a través de una campaña global de captación de fondos para este programa.
El programa está en 55 países del mundo. Los países que en 2021 tuvieron más de 500 becarios DAFI fueron Etiopía (993), Turquía (745), Pakistán (642), Kenia (640) e Irán (590). Los factores que influyen en la disponibilidad del programa en un país dependen, entre otros, del total de población refugiada o desplazada, de las políticas educativas y la calidad de las instituciones, de la disponibilidad de educación secundaria, de los costes globales o de las opciones de empleo.
Estar registrados con ACNUR o el gobierno de asilo; haber terminado la secundaria con buenos resultados o haber empezado estudios terciarios en su país pero haberlos interrumpido por la huida y acreditar dichos estudios; no tener medios económicos; tener 28 años o menos; competencia plena en la lengua de formación; que ningún otro miembro de la familia sea becario DAFI. Además se aplican criterios de inclusión y paridad de género.
El proceso de selección es exigente y tiene varios pasos. Tras presentar toda la documentación se hace una primera criba y una entrevista personal con el Comité de selección. Este Comité lo forman expertos del área de educación de ACNUR y de las organizaciones socias, personal de universidades u otras instituciones académicas del país y representantes del gobierno de acogida (en general del Ministerio de Educación). En base a todo ello se identifica a los candidatos a obtener la beca y se asignan según la disponibilidad de plazas por país.
La beca se otorga por un periodo de hasta 4 años, en la mayoría de los casos. Su renovación anual está sujeta al desempeño académico, a través del seguimiento individual y la entrega de informes periódicos al equipo de ACNUR. En caso de no cumplir con los requisitos académicos y de participación del programa, previa tutoría personalizada, se podría llegar a interrumpir la beca. Esto sucede muy raramente y en general por causas externas, para las que ACNUR ofrece apoyo y acompañamiento. La tasa de abandonos es casi nula en este programa.
La beca financia los estudios (matrícula, tasas, materiales, cursos de idioma o informática, otros costes derivados de prácticas o proyectos de investigación), la manutención completa (alojamiento, comida, transporte, cobertura de salud, gastos personales). También incluye una serie de actividades de apoyo adicional como: tutoría individual, mentoría, formaciones y cursos adicionales, apoyo psicosocial, plataforma Club DAFI (red de contactos, voluntariado comunitario, acceso a empleo y prácticas).
Los estudiantes pueden elegir el ámbito de estudio, pero el programa les ofrece un asesoramiento para enfocarse mejor en base a sus preferencias y también a las oportunidades de empleo futuras.
No hay una cantidad mínima ni máxima. Las que te sugerimos responden el coste promedio real de ACNUR por estudiante y concepto, con todo incluido para que los estudiantes se dediquen a estudiar y que se sientan acompañados y en comunidad como parte de este programa.
No es un apadrinamiento, no se te asigna un estudiante en concreto. La donación sugerida equivale a los costes reales por estudiante y año, para que dimensiones el impacto real de tu ayuda. Pero todas las aportaciones se dirigen al programa de becas para el conjunto de los estudiantes que están dentro del mismo. Son estudiantes reales y compartiremos sus historias y testimonios, pero no hay uno en concreto al que tú vayas a financiar.
El proceso es justo y sigue unos pasos muy concretos que se orientan a dar las becas en base a criterios objetivos validados por un Comité mixto. Es muy difícil, por no decir imposible, que alguien obtenga una beca DAFI sin necesitarla o merecerla.
Con cada estudiante se hace un seguimiento personalizado a lo largo de los estudios, varias veces al año. Tienen que documentar sus progresos y resultados, acompañados por el equipo del programa DAFI de ACNUR. Solo en casos muy excepcionales de incumplimiento del rendimiento exigido, y tras ver la casuística particular, podría llegar a retirarse la beca.
La tasa de abandono es muy baja, de un 2%, y responde a situaciones realmente excepcionales, siempre externas a la voluntad del estudiante.
El programa DAFI no puede garantizar el empleo a sus estudiantes. Sí que les da apoyo a través de formaciones de acceso al empleo, voluntariados, networking y prácticas. También se les anima a participar activamente en los Clubs DAFI donde comparten información, recursos y oportunidades de empleo o para estudios de posgrado.