Existen muchas maneras de ejercer el voluntariado como práctica social: una de ellas es el voluntariado corporativo. Se trata de un nuevo elemento que algunas compañías han incorporado...
Existen muchas maneras de ejercer el voluntariado como práctica social: una de ellas es el voluntariado corporativo. Se trata de un nuevo elemento que algunas compañías han incorporado en los últimos años a su filosofía y que reafirma su compromiso con el desarrollo y el bienestar de su entorno.
De hecho, para que el vínculo sea aún más estrecho, permiten que sus trabajadores se enrolen en este tipo de proyectos, tanto para poner en práctica sus conocimientos como para contribuir a soluciones estructurales contra la pobreza o la injusticia.
Un ejemplo de ello lo vemos en el programa ‘Reciclemos para transformar’, de la compañía chilena de telecomunicaciones Entel. La iniciativa tiene como objetivo el desmantelamiento responsable de dispositivos electrónicos, baterías, cargadores y otros artículos en que hayan caído en desuso o que estén malogrados u obsoletos.
La compañía abre espacios de reunión para que sus trabajadores conozcan la importancia de impulsar este tipo de prácticas y puedan implementarlas en el entorno, tomando como base dos valores corporativos: la responsabilidad social y la filantropía.
Las campañas que Entel lleva a cabo en este sentido se difunden a través de convocatorias y canales físicos, así como por medios digitales.
El voluntariado corporativo no surgió de la noche a la mañana. Por el contrario, se enmarca dentro de un contexto en el que la labor de las empresas está cada vez más vinculada a conceptos como la responsabilidad social, el cuidado del medioambiente, la preservación de los recursos y el desarrollo comunitario.
En algunos casos se trata simplemente de confirmar conceptos que ya forman parte de la filosofía corporativa, como sucede en aquellas empresas con un claro enfoque social; sin embargo, en otras es un aspecto que le otorga una nueva dimensión a su acción cotidiana.
Este tipo de voluntariado se traduce en programas de innovación social que buscan solucionar problemas del entorno y que convierten a las empresas en agentes directos, activos y comprometidos con las futuras transformaciones.
El voluntariado corporativo es mucho más que una acción aislada o que se lleve a cabo por mero compromiso. Es, ante todo, una acción transformadora que se distingue de otras por características como las siguientes:
Más allá del número de iniciativas de voluntariado corporativo que pueda llevar a cabo una empresa, la clave para que este concepto tenga éxito radica en su manera de ejecutarlas.
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