Lluvias torrenciales, riadas, rotura de diques, campos arrasados...las inundaciones son una de las consecuencias del cambio climático que sufre el planeta.
Casi todos los lugares del planeta son susceptibles de sufrir inundaciones. Pero hay países del mundo donde su población es tremendamente vulnerable y no tienen la capacidad para hacerles frente. Países en guerra, donde la población, víctima de la violencia, sobrevive en situaciones límite. En muchos de estos lugares, la ayuda de ACNUR para hacer frente a las consecuencias de fuertes inundaciones es la única línea salvavidas.
Diques, refugios, potabilzadoras de agua para hacer frente a las aguas contaminadas quedan tras el paso de las inundaciones son solo algunos de los muchos servicios y ayuda que, gracias a la colaboración de los socios, ofrece ACNUR a la población refugiada en los más de 130 países en los que presta su protección.
ACNUR está ahí para construir diques, ofrecerles refugio y la ayuda básica que necesitan. Por favor, ayúdales.
Las inundaciones se producen cuando el agua cubre áreas de terreno que normalmente están secas. Esto puede suceder por varias razones, y a menudo involucra una combinación de factores naturales y humanos. Estas son algunas de las principales causas:
Resumiendo, las inundaciones son el resultado de una combinación de factores meteorológicos, geográficos y humanos, y son un fenómeno natural que puede ser más frecuente y devastador debido al cambio climático y a la intervención humana en el medio ambiente.
La mayoría de las personas refugiadas y desplazadas vive en lugares muy afectados por la crisis climática y sus efectos. Las lluvias torrenciales es uno de ellos y las posteriores inundaciones. Esto obliga a millones de personas a abandonar sus hogares y ponerse a salvo.
La acción humana debilita la capacidad de la naturaleza para absorber lluvias intensas, mientras que el cambio climático incrementa la frecuencia y severidad de estos fenómenos. La mayoría de las personas desplazadas y refugiadas del mundo viven en regiones tremendamente vulnerables a los eventos climáticos, por lo que se ven muy expuestas ante cualquier fenómeno meteorológico extremo. Y no solo son vulnerables al clima, sino que también son comunidades muy pobres que, en muchas ocasiones, han sufrido también conflictos y otras crisis humanitarias.
Tormentas tropicales, huracanes, lluvias extremas o crecidas de los ríos provocan graves inundaciones que arrasan con casas, carreteras y todo lo que haya a su paso. Se prevé que con el calentamiento global y los cambios de clima cada vez más extremos, esto vaya en aumento, al igual que los desplazamientos por estos motivos. Aproximadamente un 60% de los 123 millones de personas desplazadas por conflictos en el mundo reside en países afectados directamente por el cambio climático, lo que aumenta las necesidades y los riesgos de protección, además de generar nuevos desplazamientos o prolongar los existentes. Carecen de recursos básicos, viviendas estables y acceso a redes de seguridad social, lo que las excluye de las medidas de preparación ante inundaciones. Además, las comunidades de acogida, especialmente aquellas en campos informales y barrios precarios, también se ven gravemente afectadas por la falta de infraestructura adecuada de drenaje y saneamiento.
ACNUR está presente en los países donde hay población desplazada y refugiada y trabaja en estrecha colaboración con otros actores humanitarios, gobiernos y ONGs para garantizar una respuesta coordinada y efectiva a las inundaciones.
La organización está preparada para prevenir y responder a las consecuencias humanitarias y de protección de las inundaciones en contextos de desplazamiento y, a solicitud de los gobiernos, para escalar su asistencia a todas las personas desplazadas por las inundaciones. Además de ayudar cuando tienen lugar estas inundaciones, apoya a las comunidades a reconstruir sus vidas, fortaleciendo la resiliencia y la preparación para futuros desastres, incluidas medidas de adaptación al cambio climático.