Ucrania ha sufrido varios ataques aéreos en Kiev, Krivói Rog, Dnipró y Pokrovsk. El país lleva sobreviviendo a más de dos años de violencia, miedo y desesperación. Estos nuevos ataques son los más graves de los últimos meses.
El mayor hospital infantil de Kiev ha quedado seriamente dañado a causa de los misiles lanzados el 8 de julio sobre la ciudad. Ya se ha confirmado la muerte de numerosas personas y la cifra va en aumento.
ACNUR está dando respuesta con refugios de emergencia para las familias cuyas casas han resultado dañadas, y apoyo psicosocial para las personas afectadas.
No olvides que la guerra no ha terminado, como tampoco lo ha hecho el sufrimiento de la población.
Contamos contigo para seguir ayudando a Ucrania.
6,5 millones
de personas refugiadas de Ucrania registradas en todo el mundo.
3,7 millones
de personas desplazadas internas Ucrania.
Más del 40%
de los ucranianos necesitan desesperadamente ayuda humanitaria y protección.
ACNUR está presente en Ucrania desde 1994 y desde el comienzo del conflicto ha estado proporcionando protección y asistencia humanitaria, incluida la reparación de refugios a los desplazados internos y a las personas afectadas por el conflicto. Además, apoya el establecimiento de centros de acogida, proporciona materiales de primera necesidad y refugios de emergencia y refuerza su apoyo en los puestos fronterizos dentro de Ucrania. Los servicios de protección también siguen siendo de vital importancia, y ACNUR sigue facilitando el acceso a la asistencia jurídica, el apoyo psicosocial y otros tipos de asistencia a las personas en mayor situación de vulnerabilidad. Además, ACNUR tiene en marcha un programa a gran escala de ayudas económicas para que los desplazados internos puedan cubrir sus necesidades básicas, como pagar el alquiler y comprar comida y artículos de higiene.
Al entrar en el tercer año de guerra a gran escala en Ucrania, el apoyo continuado de la comunidad internacional a la respuesta humanitaria en el país y a los países vecinos que acogen a personas refugiadas es fundamental. La población civil está sometida a una inmensa tensión psicológica y física, con bombardeos continuos y ataques selectivos contra las infraestructuras que perturban la vida cotidiana.
En 2024, unos 14,6 millones de personas necesitarán ayuda humanitaria en Ucrania, incluidos 3,7 millones de desplazados internos por la guerra. Se espera que unos 5,9 millones de refugiados sigan buscando protección en países de toda Europa. Para responder a sus necesidades, ACNUR solicita 993,3 millones de dólares: 599 millones para Ucrania y 394,3 millones para los países de acogida de refugiados. Por eso, sigue siendo esencial la ayuda de socios y donantes para no dejar de dar apoyo a la población que más lo necesita.
El 24 de febrero de 2022 todo cambió para las ucranianas y ucranianos. Ese día comenzó una guerra que, dos años después, todavía no ha llegado a su fin. Los ataques, el miedo, la violencia y la incertidumbre siguen siendo parte del día a día de las personas que siguen viviendo allí. Hay más de 3,7 millones de personas desplazadas dentro del país que han tenido que dejar sus hogares en busca de un lugar seguro. Millones de personas necesitan asistencia y apoyo todo el año. Estas son tan solo algunas historias entre las millones de vidas trucadas.
Foto: © ACNUR/Nikola Ivanovski
Anton Voitkevich tiene 85 años y nació en Kyselivka, un pueblo de la región de Mykolaiv, al sur de Ucrania. Su pueblo fue ocupado por las fuerzas armadas rusas durante 9 meses. Vivió toda su vida en el pueblo hasta que, durante la batalla por la liberación de Kyselivka, resultó herido por el impacto de un misil. Fue trasladado a un hospital con el fémur roto y fue operado. Regresó al pueblo, donde vive con su esposa Evdokia Voitkevich (también de 85 años). Se dedican a la agricultura a pequeña escala y al cuidado de animales. Su casa quedó casi completamente destruida por los bombardeos rusos. ACNUR, a través de la organización asociada, The Tenth of April (TTA), ha ayudado a reparar su casa y le ha proporcionado un calentador para que puedan mantenerse calientes en invierno.
Foto: © ACNUR/Alina Kovalenko.
Ella es Olena, de 36 años y sus dos hijas Veronika y Elizabeta Julia. Cuando comenzaron las hostilidades, Olena fue evacuada al extranjero, donde dio a luz a su segunda hija, Elizabeta Julia. Su marido, Yevhen, tuvo que quedarse en el país debido a la ley marcial. Cuando Ucrania recuperó la zona, Olena, Yevhen y sus dos hijas regresaron a Borodianka, donde alquilaron un apartamento en el centro de la ciudad. Como su casa fue destruida en marzo de 2022, cuando regresaron a su tierra en agosto de 2023 no pudieron volver a ella. ACNUR instaló en su patio trasero una casa prefabricada para que pudieran instalarse hasta que reconstruyan su hogar, tal y como tienen previsto.
"Llevo casi 40 años trabajando en crisis de refugiados y pocas veces he visto un éxodo tan increíblemente rápido de personas”.
Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.