En febrero de 2018, Dhenza huyó de su ciudad natal después de un ataque perpetrado por grupos armados. Llegó a un centro de desplazados en Bunia, provincia de Ituri, al este de la República Democrática del Congo (RDC). Fue elegida como representante de compañeros desplazados internos en el nuevo asentamiento en Kigonze. "Antes de que se abriera este asentamiento, los desplazados vivíamos en condiciones muy precarias. La mayoría de las personas desplazadas eran mujeres y niños. Ahora vivimos en un sitio adecuado".
“Estamos planeando formar un comité de apoyo para mujeres. Necesitamos tener un espacio para expresarnos. Esta es una de mis prioridades".
Dhenza
Cerca de la mitad de las personas refugiadas son mujeres y niñas. En tiempos de guerra, a menudo, las mujeres tienen que asumir ellas solas, y en el exilio, la responsabilidad de sacar adelante a una familia entera. ACNUR, consciente de la vulnerabilidad de su situación, les ofrece la asistencia y apoyo para protegerlas de abusos, violencia de género y violencia sexual. Al mismo tiempo, ACNUR trabaja por el empoderamiento económico y social de las mujeres refugiadas y desplazadas.