TV3 en colaboración con la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD), presenta un documental de la productora La Kaseta Ideas Factory, que destaca las consecuencias persistentes del conflicto sirio para las personas refugiadas en Líbano. El reportaje explora la complejidad de la situación en el país, especialmente para las mujeres, poniendo el foco en la violencia de género.
En los últimos años, el número de crisis provocadas tanto por catástrofes naturales como por causas humanas ha incrementado de forma alarmante en el mundo. En muchos casos, este aumento tiene que ver con la persistencia de situaciones de exclusión social, lo que hace más compleja la situación y requiere una respuesta humanitaria eficaz y coordinada con las actuaciones de desarrollo.
La Cooperación catalana al Desarrollo tiene como una de sus finalidades contribuir en la prevención y respuesta a situaciones de emergencia. Así lo recoge en su Plan director de cooperación al desarrollo 2019-2022, que enfatiza en que la acción humanitaria sigue jugando una parte fundamental en el trabajo orientado al desarrollo, para la erradicación de las causas estructurales de las crisis humanitarias y la prevención y resolución de los conflictos y de las violencias en sus múltiples manifestaciones.
En esta línea de trabajo, la ACCD, junto a ACNUR y la productora La Kaseta, viajó a Líbano para la grabación de un documental que visibilizara las consecuencias que sigue teniendo el conflicto de Siria en las personas refugiadas sirias, por un lado y por otro. Y es que la gestión institucional y social de los países de acogida como Líbano, que ya estaba en una situación de partida con muchas dificultades, se ha tensionado en gran medida por el alud de personas refugiadas y la pandemia del COVID-19.
El Líbano se sumerge en una crisis económica sin precedentes después de la pandemia del COVID-19 y la explosión en el puerto de Beirut en 2020. Con una inflación del 1.700%, los altos precios, la escasez de productos básicos y el cierre de las escuelas, la situación es extremadamente delicada. La población, incluidas más de 1,5 millones de personas refugiadas sirias en condiciones precarias, enfrenta desafíos extraordinarios. La capacidad de pago de la cesta mínima de supervivencia para la mayoría de los refugiados se ve muy limitada, según la Evaluación de Vulnerabilidad de Personas Sirias Refugiadas en el Líbano (VASyR). La pobreza extrema afecta al 90% de las personas refugiadas, quienes recurren a estrategias negativas de supervivencia, para poder enfrentarse a niveles alarmantes de seguridad alimentaria.
En medio de este difícil contexto, se suman grandes problemáticas como la violencia de género y específicamente, la violencia sexual contra mujeres refugiadas y en situación de vulnerabilidad, además de los grandes desafíos educativos de las niñas y las jóvenes refugiadas.
ACNUR y sus socios trabajan para brindar asistencia vital, centrados en el alojamiento seguro, el acceso a alimentos y productos básicos, y la educación y protección.
Entre las estrategias de respuesta de la Agencia de la ONU, se incluye la acción humanitaria, entendida como apoderamiento de actores para la prevención, resiliencia y protección, y se hace énfasis también en la incidencia y concienciación sobre las causas de las crisis.
En este país de Oriente Medio, mujeres refugiadas sirias y palestinas conviven con una sociedad que las ha relegado a ser secundarias en la historia. Pero muchas de ellas, a través de la educación, la autosuficiencia y la independencia, reclaman un papel principal para poder ser protagonistas del momento histórico que les ha tocado vivir.
La mayoría de las personas refugiadas viven en contextos urbanos y semiurbanos y un porcentaje menor reside en asentamientos informales.
En el campo de refugiados de Xatila, en Beirut, muchas adolescentes, como Ola, Maram, Afra y Wissal, utilizan el criquet y la educación que les ofrece la ONG Alsama Project para abrirse un camino vital, feminista y empoderado gracias a la educación y la ayuda de la Kadria, una profesora que sufrió el matrimonio forzado cuando tenía 15 años y que está cambiando el rumbo de muchas niñas y jóvenes de uno de los lugares más pobres del mundo.
También en Xatila, Rima ha creado el proyecto Wing woman, que, con la ayuda de tejedoras voluntarias, fabrican piezas de higiene íntima femenina, como compresas y pañales, para ayudar a las mujeres que no pueden comprar estos productos imprescindibles.
En el Valle de Bekaa, en el este del Líbano, se encuentra la mayor concentración de refugiados del país, el 39 % del número total de refugiados registrados en todo el país, debido al cruce fronterizo de Masnaa, el punto más transitado entre el Líbano y Siria. A 1 de enero de 2023, el número total de refugiados sirios registrados en Bekaa ascendía a 318.713 personas, viviendo en diferentes asentamientos informales repartidos por toda la región. En estos asentamientos de refugiados, Samira, refugiada siria y voluntaria que trabaja como enlace comunitario educativo con ACNUR, ofrece clases de francés, matemáticas y árabe a los niños y las niñas que no tienen acceso a educación. Nos acerca a la realidad, explicando las dificultades a las que se enfrentan y cómo la crisis ha impactado en las vidas de niñas y las jóvenes refugiadas.
Y ya en el Norte, en la región más pobre del Líbano, alrededor de Trípoli, Lina Kurdi, una joven refugiada siria, conciencia mujeres y chicas sobre los problemas de los matrimonios forzados y prematuros en las decenas de asentamientos informales de la zona. Lina es originaria de Homs, Siria, y huyó al Líbano con su familia en 2012. Estudió literatura árabe en su país, pero dejó de estudiar cuando estalló el conflicto. Lina se ofreció como voluntaria con ACNUR en 2015 porque quería apoyar a otros refugiados que habían pasado por las mismas luchas que ella. Ahora es una de las administradoras del grupo de Facebook gestionado por Outreach Volunteers. Este grupo tiene como objetivo crear conciencia entre la comunidad de refugiados y abordar sus inquietudes en línea. La plataforma en línea permite a los refugiados obtener respuestas a sus preguntas sin tener que hacer múltiples viajes a las oficinas de ACNUR. Desde entonces, Lina ha apoyado el crecimiento del grupo de Facebook hasta incluir 27.000 seguidores. Lina también realiza visitas a familias de refugiados en la zona de Mina, en Trípoli. Lleva a cabo sesiones de concienciación e información sobre temas clave, incluido el matrimonio precoz y la violencia sexual y de género.
ACNUR en el norte del Líbano tiene una red de alrededor de 295 voluntarios, algunos de los cuales están especializados en salud pública, salud comunitaria, educación y protección infantil.
Las historias que recoge el reportaje son de mujeres herederas de demasiadas guerras, hijas de todas las diásporas, víctimas de sociedades misóginas, supervivientes a las constantes inflaciones, avezadas a la incertidumbre permanente y al caos constante. Mujeres con una capacidad de resiliencia increíble e historias personales de una dureza estremecedora.
"Líbano, retrato del empoderamiento" es una producción de 3Cat elaborada por La Kaseta Ideas Factory. El reportaje está dirigido por David Fontseca Romanos, con guion de Marc Comas Rifó y David Fontseca Romanos, realizado por Àngel Amargant Homs y con la producción de Marc Comas Rifó, Montse Bover Rabionet y Alaa Ali sobre el terreno.
"Latituds" es un programa que fomenta la reflexión sobre actividades que pueden mejorar la sociedad a través de reportajes en que los protagonistas son los impulsores de proyectos para superar los problemas que viven.