Las matriculaciones en la escuela primaria crecieron del 61% hasta el 63% en el último año. Esta mejora se debe, en parte, a los esfuerzos de los estados de acogida, los donantes, el personal de ACNUR y sus socios colaboradores para llevar a los niños a la escuela. Países como Kenia, Uganda, el Chad, México o Etiopía han flexibilizado los horarios lectivos para que algunos estudiantes puedan recuperar clases o reforzar algunos conocimientos y han llevado a cabo programas de capacitación para maestros.
Según la UNESCO, si todas las niñas completasen sus estudios de educación primaria, los matrimonios infantiles caerían un 14%. La educación proporciona un lugar seguro a la niñez refugiada, reduce el trabajo y la explotación infantil, el número de matrimonios y embarazos en la adolescencia. Además, permite a los niños relacionarse, desarrollar la autosuficiencia y el pensamiento crítico, trabajar en equipo y mejorar la autoestima.