Según la UNESCO, si todas las niñas completasen sus estudios de educación secundaria los matrimonios infantiles caerían un 64%.
Otro informe, también de la UNESCO, asegura que la educación de las niñas refugiadas genera bienestar y prosperidad en su entorno familiar y en el de su comunidad. Sin embargo, en secundaria hay una presencia de 7 niñas por cada 10 niños.