Las hostilidades en el Líbano han alcanzado su nivel más grave desde el inicio de la guerra en Gaza en octubre del año pasado. En más de una semana Líbano está sufriendo los ataques más violentos y mortíferos en varias décadas. La situación es extremadamente difícil y es que se está produciendo una verdadera catástrofe humanitaria. En estos días también se ha producido un ataque aéreo sin víctimas reportadas de Irán a Israel. El Ministerio de Sanidad libanés informa de que al menos 2.255 personas han muerto y 10.524 han resultado heridas desde octubre de 2023.
El Gobierno libanés calcula que hay 1,2 millones de personas desplazadas, muchas de las cuales han tenido que huir rápidamente con lo puesto. Las calles de Beirut están llenas de gente que lucha por encontrar refugio para sus familias. Las necesidades humanitarias crecen rápidamente, especialmente de refugios seguros, artículos básicos de socorro, asistencia sanitaria, protección y alimentos. Se calcula que más de 276.000 personas (tanto libaneses como sirios) han cruzado de Líbano a Siria desde la escalada de las hostilidades. Aproximadamente el 60% de los desplazados son sirios, mientras que el 40% son libaneses.
Líbano es el país que acoge al mayor número de personas refugiadas per cápita en todo el mundo, con una estimación del Gobierno de 1,5 millones de refugiados sirios y más 11.411 refugiados de otras nacionalidades. Antes de estos ataques, unos 87.000 refugiados vivían en las provincias del sur de Líbano. Su situación ya era preocupante, ya que, nueve de cada diez personas refugiadas sirias necesitan ayuda humanitaria para cubrir sus necesidades básicas, viviendo en la pobreza extrema.
Las familias refugiadas sirias que huyeron de la guerra en su país ahora vuelven a tener que desplazarse por estos ataques en su país de acogida. Tanto sirios como libaneses huyen a la frontera con Siria y quieren cruzar a un país que sigue inmerso en un conflicto prolongado y con una situación socioeconómica muy complicada. Las familias, en su mayoría mujeres, niños y niñas huyen desesperadas en coches o en ocasiones a pie, llevando consigo lo que pueden. Algunas personas incluso llegan heridas de los bombardeos y necesitan asistencia médica.
“Líbano está al borde del abismo. La situación en la que se encuentra el mundo es insostenible.”
Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.
ACNUR está presente en el país desde hace 60 años, protegiendo y asistiendo a cientos de miles de personas refugiadas. Durante sus inicios enfocado en refugiados iraquíes, pero a partir de 2011, cuando estalló la crisis en la vecina Siria, la situación cambió ya que cientos de miles de refugiados se vieron obligados a huir a través de la frontera con Líbano. Desde el comienzo del conflicto en Gaza, los enfrentamientos a lo largo de la frontera sur de Líbano han desplazado a decenas de miles de personas, entre ellas refugiadas sirias.
Ahora está proporcionando asistencia urgente y protección a los afectados, ya sean libaneses o refugiados, incluso antes de la última escalada. Desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, ACNUR ha estado proporcionando alimentos, agua, mantas, lámparas solares, bidones y colchones. Además, ACNUR ha ampliado su red de hospitales en el sur y en Bekaa para facilitar el acceso de los afectados a la atención sanitaria. Además, proporciona asistencia y apoyo psicosocial a las familias de los refugiados fallecidos tras evaluar sus necesidades.
En Líbano, ACNUR sigue prestando un apoyo fundamental tanto a las personas refugiadas como a los libaneses desplazados en todo el país. Desde el 23 de septiembre, ACNUR ha distribuido más de 132.000 artículos de primera necesidad, incluidos colchones, mantas, colchonetas, lámparas solares y utensilios de cocina. La organización también está ampliando su asistencia en efectivo para apoyar a las familias desplazadas, además de entregar equipo de traumatología al Ministerio de Salud Pública y almacenando material médico para apoyar la respuesta de emergencia de los hospitales.
En Siria, los socios humanitarios están intensificando sus esfuerzos para ayudar tanto a las familias sirias como a las libanesas que cruzan la frontera. ACNUR está proporcionando artículos básicos de emergencia y apoyo psicosocial a los que llegan a los pasos fronterizos. ACNUR, a través de sus socios, ha distribuido unos 4.000 artículos de emergencia y kits de invierno. Para atender las necesidades de las familias más vulnerables que llegan a Siria, ACNUR, en coordinación con la Media Luna Roja Árabe Siria (SARC, por sus siglas en inglés), ha facilitado transporte de más de 22.000 personas.