+ de 1 millón
de personas congoleñas refugiadas y solicitantes de asilo en países vecinos.
6,8 millones
de personas desplazadas dentro de la República Democrática del Congo.
Casi 8 millones
de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares en el país.
El país lleva décadas de conflictos que han llevado a la población a una situación de vulnerabilidad y necesidad de asistencia humanitaria. Además, en octubre de 2023, la situación se deterioró aún más por los combates entre el ejército congoleño y los grupos armados rebeldes en el Este del país que han provocado el desplazamiento de la población de Kivu Norte, Kivu Sur e Ituri.
En 2024, la situación de violencia ha continuado recrudeciéndose, llegando a utilizarse incluso artillería pesada y bombardeos sobre la población civil en los alrededores de Goma, capital de Kivu Norte. Los bombardeos indiscriminados están agravando la presión sobre los recursos ya escasos para albergar a las personas desplazadas internamente en la región. La violencia continúa limitando el acceso a poblaciones aisladas en el territorio de Masisi y Rutshuru, aumentando las dificultades que afrontan las agencias humanitarias para proporcionar asistencia vital. Con pocas opciones viables de un paso seguro desde Goma, las crecientes comunidades desplazadas en la ciudad se enfrentan a condiciones en rápido deterioro.
A pesar de un acuerdo de alto el fuego entre el Gobierno congoleño y el grupo paramilitar M23 el 30 de julio de 2024, el conflicto se intensificó a finales de octubre de 2024 y ha continuado desde entonces. La situación de seguridad en Kivu del Norte y Kivu del Sur sigue deteriorándose. Los actores humanitarios han observado un aumento de los ataques contra la población civil por parte de actores armados, habiéndose denunciado varios casos de extorsión, violaciones, agresiones y lesiones, secuestros y robos. También se han producido ataques contra emplazamientos de desplazados internos en Goma y Nyiragongo.
Muchas mujeres y niñas son objeto de violencia sexual al huir del conflicto y muchas se ven obligadas a ejercer el trabajo sexual de supervivencia para alimentarse a sí mismas y a sus familias. Sólo en Kivu Norte, los casos denunciados de violencia de género aumentaron de 20.771 a principios de 2023 a 27.328 en el mismo periodo de 2024, y las violaciones representaron el 63% de los incidentes. La falta de denuncias significa que los niveles reales son probablemente mucho más altos.
Además de la violencia, uno de los mayores problemas del país es el hambruna y es que se estima que una de cada tres personas pasa hambre, lo que supone que más de 27 millones de congoleños padecen inseguridad alimentaria, según la FAO.
ACNUR contribuye activamente a la atención del desplazamiento interno en el este de la República Democrática del Congo. Trabaja en estrecha colaboración con socios y otras partes interesadas, incluido el Gobierno, para proporcionar protección vital, refugio, artículos no alimentarios y servicios de coordinación de campamentos a los desplazados internos.
ACNUR lleva mucho tiempo presente en el país y trabaja incansablemente para que todos los refugiados y desplazados internos tengan acceso a agua potable en cantidades suficientes para poder llevar una vida digna. Cuenta con programas de agua, saneamiento e higiene (WASH) que aseguran la entrega de agua y servicios de saneamiento a millones de personas en campamentos, fuera de campamentos y en zonas urbanas.
Foto: ©ACNUR / Blaise Sanyila.
Además, proporciona refugios de emergencia y entrega kits con artículos de primera necesidad, como esterillas, mosquiteras, utensilios de cocina, lonas de plástico, lámparas solares, mantas o bidones para transportar agua.
ACNUR trabaja con la Organización Internacional para las Migraciones para dirigir la coordinación y la gestión de los sitios que albergan a los desplazados internos en Kivu Norte. También brinda protección y asistencia a los refugiados congoleños en los países vecinos, en colaboración con las autoridades y los socios en terreno.
“Los constantes enfrentamientos cerca de Goma han apuntado a hombres, mujeres y niños inocentes, forzando a miles a huir de bombardeos indiscriminados y violencia. La situación es trágica e inaceptable. Urgimos a todas las partes a proteger a los civiles, respetar el derecho humanitario y establecer corredores seguros para la ayuda.”
Chansa Kapaya, Directora Regional de ACNUR para Sur de África y Coordinadora Regional para los refugiados en RDC.