Emergencia en Sudán del Sur Emergencia en Sudán del Sur

Emergencia en Sudán del Sur

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Sudán del Sur es uno de los países más frágiles del mundo. Violencia, inseguridad alimentaria, efectos del cambio climático... Sudán del Sur sufre una crisis humanitaria continua. Los últimos enfrentamientos entre el Ejército de Sudán del Sur y fuerzas paramilitares de la región del Gran Alto Nilo, se han intensificado. Esto ha provocado miles de desplazamientos, muertes y personas heridas.

Su fragilidad, inseguridad, los conflictos y la llegada de refugiados de su vecino Sudán, unido a las inundaciones y sequías, hacen que este país sea tremendamente vulnerable y necesite ayuda urgente.

2,3 millones

de personas refugiadas y solicitantes de asilo de Sudán del Sur.

1,8 millones

de personas desplazadas internos.

75 %

de la población necesita ayuda humanitaria.

Violencia, hambre y cólera

Las tensiones entre el gobierno y las fuerzas de la oposición han ido en aumento desde octubre de 2024, cuando el presidente Salva Kiir anunció un aplazamiento de las elecciones presidenciales. Esto está provocando luchas por el control territorial en varias zonas del país. Los enfrentamientos entre el Ejército de Sudán del Sur y fuerzas paramilitares de la región del Gran Alto Nilo, se han intensificado y han dado como resultado decenas de muertes, cientos de personas heridas y decenas de miles de desplazamientos.

La región del Alto Nilo, una de las más empobrecidas y remotas de Sudán del Sur, carece de infraestructura básica, lo que dificulta enormemente las labores de ayuda humanitaria. Además, tiene uno de los peores índices de desnutrición en un país donde el 75% de la población necesita ayuda humanitaria. Se estima que 6,1 millones de personas en Sudán del Sur están en riesgo de experimentar niveles extremos de inseguridad alimentaria entre diciembre de 2024 y marzo de 2025.

Sudán del Sur acoge actualmente a 530.000 refugiados y solicitantes de asilo, 1,8 millones de desplazados internos y 1,6 millones de refugiados retornados. El 94% de los refugiados son sudaneses. Desde el inicio de la crisis de Sudán, más de un millón de personas han llegado a Sudán del Sur en busca de seguridad.

Además la situación sanitaria en Sudán del Sur también es alarmante, ya que el país está enfrentando un brote de cólera que se ha extendido rápidamente por varias regiones.

La guerra en Sudán

El conflicto en su país vecino también está teniendo consecuencias directas, ya que Sudán era la principal ruta de abastecimiento de la región, por lo que se ha cortado el flujo de alimentos y de otros bienes de primera necesidad desde allí. Esto ha provocado que los precios se hayan disparado en las últimas semanas.

Por otro lado, las personas refugiadas surdanesas que vivían en Sudán se han visto obligadas a huir de nuevo de la violencia y regresar, en su mayoría, al estado de Unity en Sudán del Sur. Desgraciadamente lo que allí se han encontrado es que las inundaciones han arrasado con todo y de nuevo, deben buscar un lugar seguro para asentarse.

madre e hijaFoto: © ACNUR/Andrew McConnell.

La lucha contra el cambio climático

El cambio climático es una realidad que está presente en todas partes del mundo, pero no por igual. Lo que para países como España pueden suponer un problema ambiental, para otros como Sudán del Sur, suponen un auténtico desafío para su propia supervivencia. En 2024, Sudán del Sur fue uno de los países más afectados por las inundaciones de octubre de 2024, que afectaron a 1,3 millones de personas y provocaron el desplazamiento de 327.000 personas, incluso en zonas que acogían a refugiados y retornados.

El volumen de las precipitaciones de los últimos cuatro años no tiene precedentes y no parece haber señales de que la situación vaya a mejorar. Aquellas lluvias sumergieron tierras de cultivo, casas y caminos. Estas inundaciones unidas a una situación ya de por sí frágil e inestable de Sudán del Sur, convierten a la población en extremadamente vulnerable.

Las inundaciones en el país afectan a un millón de personas cada año, convirtiéndolo en uno de los más frágiles e inseguros de África. En contraposición a esto, es alarmante ver cómo en otras partes del país, la sequía ha matado al ganado y ha interrumpido los ciclos de cultivo, lo que ha llevado a los pastores nómadas y las comunidades sedentarias a intentar subsistir con los medios existentes. Desgraciadamente, se espera que la situación empeore cuando se inicie la temporada de lluvias.

La comunidad científica tiene claro que el cambio climático volverá al mundo mucho más inestable, algo que ya está pasando en países como Sudán del Sur. Los efectos ya son una realidad y no podemos abandonarles ante esto.

mujeres surdanesasFoto: © ACNUR/Andrew McConnell