El 13 de junio Israel atacó objetivos militares y enclaves energéticos en varios puntos de Irán, incluyendo la capital, Teherán. Estas operaciones militares han causado una serie de ataques entre ambas potencias nucleares que han provocado víctimas mortales civiles y desplazamientos en la región. A pesar de que la tensión entre los dos países se remonta a años atrás, es la primera vez que el conflicto escala de manera generalizada sobre la población civil.
Irán es el país del mundo que más personas refugiadas acoge, 3,5 millones.
Esta cifra incluye a 770.000 refugiados afganos e iraquíes, además de 2,72 millones de personas en situaciones de necesidad de protección internacional similares a las de las personas refugiadas.
El 99% de ellas están registradas y viven en zonas urbanas, junto a las comunidades locales. El 1% restante vive en 20 campos de refugiados distribuidos en 12 de las provincias del país.
Irán acoge una de las situaciones de refugiados urbanos más grandes y prolongadas del mundo y ha proporcionado asilo a refugiados durante más de cuatro décadas, particularmente a afganos, que comenzaron a llegar al país después de la invasión soviética de 1979 y las posteriores oleadas de violencia como la de 2021.
ACNUR tiene más de 280 empleados en Irán, de los que cerca de 40 son personal internacional. En el país, cuenta con una oficina nacional en Teherán y otras seis suboficinas y unidades a lo largo del territorio.
Hasta el 31 de marzo de 2025, Irán había conseguido una financiación de tan sólo el 11%, unos 15,8 millones de dólares, frente a las necesidades humanitarias de 140.000 millones de dólares.
En Irán, ACNUR centra su operación en ofrecer asesoramiento jurídico y psicosocial, ayuda en efectivo y seguro médico universal para las familias más vulnerables y becas DAFI para estudiantes de educación terciaria.
Además, adquiere equipos médicos y productos farmacéuticos y proporciona medios de subsistencia y formación profesional, así como el apoyo a actividades generadoras de ingresos, para que las personas refugiadas sean autónomas y puedan ganarse la vida con dignidad.