ACNUR lamenta profundamente la muerte de 15 personas refugiadas y el sufrimiento causado por el incendio que se inició la tarde del 22 de marzo en los campos de Cox's Bazar, donde residen actualmente más de 870.000 refugiados rohingya. El fuego está controlado, pero centenares de personas aún permanecen desaparecidas y otras 560 están heridas. Los daños materiales son enormes y miles de refugiados han perdido sus escasas pertenenecias y sus refugios. ACNUR trabaja contra reloj para proporcionar apoyo y protección a 45.000 personas que han perdido sus refugios.
45.000
refugiados rohingya se han quedado sin refugio.
15 refugiados
han fallecido (el número podría crecer en las próximas horas).
400 personas
siguen desaparecidas.
Algunos refugiados han sido temporalmente realojados dentro de la comunidad de acogida. Hay un número indeterminado de personas que han sufrido graves quemaduras. Por eso, ACNUR está proporcionando primeros auxilios y material médico para poder tratar a estas personas. También está prestando apoyo psicosocial. Las personas en estado crítico están siendo derivadas a servicios de salud más especializados.
Hasta ahora, ACNUR ha proporcionado alrededor de 3.000 mantas, 14.500 lámparas solares, 10.400 juegos de cocina y 11.500 mosquiteras. Junto con sus socios en terreno, también ha proporcionado agua y saneamiento de emergencia, incluida la construcción de 20 letrinas, grifos, tanques de agua, bidones y pastillas potabilizadoras. Cuatro camiones cisterna están entregando agua potable a las áreas donde se encuentran los damnificados por el fuego.
Para cubrir las necesidades de las personas rohingya durante 2021, ACNUR necesitará 294,5 millones de dólares. Hasta ahora, solo se ha conseguido un 16 % de los fondos necesarios para atender esta emergencia.
Las consecuencias del incendio aumentan las necesidades de los refugiados rohingya. ACNUR necesita financiación para dar una respuesta humanitaria y proteger a las personas refugiadas y a la comunidad de acogida en Bangladesh.