Invierno lejos de casa Invierno lejos de casa

Invierno lejos de casa

En invierno, tu calor les da vida

Cuando las temperaturas empiezan a descender algo tan aparentemente sencillo como una manta o un calefactor puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Cuando has tenido que huir de tu hogar prácticamente con lo puesto, cuando no tienes un techo en el que resguardarte... tu vida se puede convertir en una auténtica pesadilla.

La llegada del invierno provocará un mayor sufrimiento a las personas que lo han perdido todo y luchan por sobrevivir. Esta es la situación a la que se enfrentan millones de personas refugiadas y desplazadas en el mundo. Por eso, hay que ir preparando a las familias para la llegada de las bajas temperaturas.

Colabora con ACNUR para que podamos hacerles llegar algo de calor en la estación más dura del año.

¿Cómo ayuda ACNUR en Líbano, Siria y Jordania?

Hay países del mundo donde las temperaturas en invierno pueden llegar a ser extremas y donde, además, hay una gran cantidad de personas desplazadas y refugiadas que no tienen las condiciones necesarias para protegerse del frío. ACNUR ayuda a estas personas a sobrellevar el invierno de la mejor manera posible. Los meses más duros son de diciembre a marzo, por eso es clave ir preparándolas antes de que bajen mucho las temperaturas.

La escalada del conflicto en Gaza a Líbano y Siria hará que este sea el peor invierno en años para muchas de las familias de la región. Los nuevos ataques en Líbano han provocado miles de desplazamientos y que más de 1 millón de personas se encuentren en situación de emergencia humanitaria.

Esta situación añade presión a los esfuerzos regionales para atender a la población siria desplazada en Líbano, Jordania y dentro de la propia Siria. Por ello, ACNUR tendrá que redoblar los esfuerzos este invierno para asegurar su protección y bienestar. Sus equipos en los tres países están proporcionando calefactores e iluminación solar, reparando y aislando refugios, ayuda en efectivo y acceso a servicios sanitarios.

¿Qué entrega ACNUR para sobrellevar el invierno?

La historia de Ahmad

desplazados siriosFoto: © ACNUR/Hameed Maarouf.

Joud sonríe y mira a su padre Ahmed Meshkaf. Casado, de 49 años y con siete hijos, Ahmed y su familia, durante los 13 años de crisis en Siria, se trasladaron varias veces de ciudad en busca de un lugar seguro. Cuando volvió la calma a Alepo en 2020, él y su familia regresaron, pero encontraron su casa dañada y tuvieron que huir de nuevo hacia la zona rural de Alepo. Ahora residen en una habitación individual en la ciudad de Kafr Hamra, en el norte de la zona rural de Alepo, donde Ahmed trabaja como guarda de una granja abandonada. Esta habitación les sirve de dormitorio, sala de estar y hasta de baño.

La mayoría de sus hijos no van a la escuela porque no pueden sufragar los gastos de educación. Recientemente, uno de sus hijos resultó herido en un pie por la explosión de una mina antipersona, restos de la guerra, que aún quedan en la zona donde viven. Además, su mujer padece cáncer, y los elevados costes del tratamiento que no pueden permitirse empeoran su estado. A su complicada situación se le une la llegada del invierno y las bajas temperaturas que dificultan mucho más su día a día.