Antes de la pandemia del COVID-19, ir al colegio ya suponía un desafío diario para miles de niños desplazados y refugiados. La mitad de la niñez refugiada en edad escolar no recibía educación antes de la llegada del virus. Ahora es muy probable que aumente el número de niños desplazados que no reciban educación durante un período de tiempo prolongado. Algunos puede que no regresen nunca.
400.000
personas necesitan urgentemente un refugio.
El 80%
de los nuevos desplazados son mujeres y niños.
13,1 millones
de personas dependen de la ayuda humanitaria.