ACNUR trabaja para que aquellas personas que hayan tenido que huir en contra de su voluntad de un país donde la persona tiene razones para temer la persecución reciban asistencia y protección en un país de acogida. Actualmente, alrededor de 17.324 trabajadores de ACNUR, de los cuales aproximadamente el 90% se encuentra en el terreno, están presentes en 135 países para procurar que los derechos humanos sean respetados.
El personal trabaja en diversos lugares, intentando siempre proporcionar protección y minimizar las amenazas de violencia, incluida la de naturaleza sexual, a la cual se ven expuestos muchos refugiados. Se buscan soluciones duraderas ayudando a los refugiados a regresar a sus lugares de origen si las condiciones lo permiten, intentando que se integren en los países de acogida o reasentándolos en terceros países.
ACNUR actúa para proteger a las víctimas de conflictos bélicos ante emergencias que requieren ayuda humanitaria de forma urgente. Ante una emergencia, ACNUR está preparado para responder en 72 horas llevando ayuda humanitaria a 600.000 personas. La mayoría de las crisis humanitarias no avisan con antelación. ACNUR está siempre preparado y sus aviones son de los primeros en llegar cuando se requiere de ayuda internacional. Con 300 toneladas de capacidad, son capaces de atender a 600.000 personas en tan sólo 3 días allí donde se necesite.
ACNUR desarrolla diferentes proyectos alrededor del mundo, ayudando a desplazados y refugiados de diferentes conflictos. Una vez que la emergencia ha pasado, lo que hace ACNUR es seguir acompañando a la población desplazada a través de diferentes proyectos que favorecen el desarrollo personal y profesional de los refugiados. Estos proyectos son ayudas a más largo plazo y que se centran en áreas de trabajo específicas en las que se detecta una necesidad especial.