Mucho más que una lámpara
La mayoría de los intentos de agresión a mujeres y niños ocurren durante la noche. Gracias a una lámpara solar, muchas mujeres pueden ir al baño por la noche sin miedo a ser agredidas.
Son muchos los beneficios que genera una lámpara solar en una familia de refugiados. Las lámparas solares almacenan energía durante el día y pueden llegar a dar hasta 8 horas de luz durante la noche. Los niños tienen más tiempo para el estudio y las familias ya no tienen que cenar a oscuras. Además, permite la recarga de teléfonos móviles, gracias a lo cual pueden contactar con otros miembros de su familia en caso de emergencia. Está producida con plástico reciclado y sustituye a 20 lámparas de keroseno a lo largo de su vida útil. Mejora la salud de las familias que la utilizan y disminuye el riesgo de incendio.