La ofensiva militar para recuperar Mosul continúa y, a medida que avanzan las operaciones militares, se prolonga el sufrimiento de miles de civiles atrapados en la ciudad y en las aldeas próximas a a Mosul.
El conflicto en Irak está dejando a miles familias atrapadas y sin acceso al agua potable, a alimentos ni a servicios básicos. En algunos casos, además, están siendo usadas como escudos humanos por el Estado Islámico.
Se prevé que, en el peor de los casos, los combates podrían desplazar hasta 1 millón de personas. Para atender a estas familias y a las que siguen atrapadas sin poder huir, se necesita ayuda urgente: refugio, alimentos, agua y material de ayuda humanitaria.
La situación de muchas familias es dramática. Y la falta de financiación pone en riesgo la vida de millones de personas. Más de 3 millones de personas están desplazadas por culpa de la guerra. Esto supone casi la décima parte de la población total del país.
Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ha hecho hincapié en que la protección de los civiles debe estar en el centro de la estrategia militar en la toma de Mosul, la segunda ciudad más importante de Irak.
En su visita al país, Grandi ha subrayado la importancia de proteger a la población civil iraquí. El Haider Al-Adabi, primer ministro, y su gobierno han afirmado que será parte de la estrategia militar en la toma de la ciudad de Mosul.
Más de 2,5 millones de personas se han visto afectadas por el conflicto en Mosul. Es la población que vivía en la segunda ciudad más importante del país antes de que el Estado islámico tomase la ciudad de Mosul en junio de 2014.