Dicen que febrero es el mes del amor. El mes en el que se celebra San Valentín, el día de los enamorados. Quizá estás pensando qué hacer ese día con tu pareja, qué regalarle… pero, desgraciadamente, hay parejas en muchos países que están a kilómetros de distancia. Familias que tienen que separarse porque uno o varios de sus miembros se ven forzados a abandonar su hogar. Personas que huyen de guerras, persecuciones, violaciones de derechos humanos, inundaciones, terremotos, sequías… Pero, a pesar, de la dramática situación de las personas desplazadas y refugiadas, hay historias llenas de luz y esperanza. Esas son de las que te queremos hablar…
Rashid Ali Kombo, de 59 años, padre de 7 hijos y abuelo de 5, nació en "Kichaka Mkwaju", en el condado de Kwale. No sabe cuándo llegaron sus padres, ya que él creció aquí. No tenían documentos de identidad, lo que les impedía viajar, casarse legalmente, abrir una cuenta bancaria o llevar a sus hijos a la escuela, ya que también les pedían el certificado de nacimiento. Tampoco podían hacer algo, aparentemente tan sencillo, como pescar porque no podían conseguir una licencia para hacerlo. Sin identidad, no podían ganarse la vida decentemente.
Han nacido y crecido en Kenia, incluso han tenido hijos aquí, pero les dijeron que no podían ser kenianos. Muchos de sus vecinos tuvieron que huir y otros, como ellos, tuvieron que buscar la manera de sobrevivir. Pero, ahora por fin, van a tener documentos de identidad, que les permitirán mantenerse económicamente.
"Soy más feliz que nunca. Soy tan feliz que siento como si hubiera nacido hoy. Soy tan feliz que no sé cómo expresarlo. Todos los retos a los que nos enfrentábamos mi familia y yo han desaparecido en un día". Bikame, esposa de Rashid.
En Kenia hay diversos grupos de apátridas como los pemba, galjael, shona, así como grupos de individuos de ascendencia burundesa, congoleña, india y ruandesa. Otros grupos que corren el riesgo de ser apátridas son los nubios y algunas personas de origen somalí cuyo acceso a los documentos de identidad kenianos es limitado. Los miembros de estas comunidades "pertenecen" a Kenia debido a los lazos existentes y de larga data con el país, sin embargo, no tienen la ciudadanía keniana.
Rashid y Bikame junto al resto de su familia por fin pueden tener sus documentos de identidad para ser más libres en sus vidas.
Foto principal: © UNHCR/Charity Nzomo
Ambas se vieron obligadas a huir de Venezuela en 2019 y, ahora viven en Quito (Ecuador). La activista Yeraldine Cabrera y su pareja Zailet Chávez son dos de los 6,1 millones de personas que se vieron forzadas a huir de su país, Venezuela. Ecuador tiene la tercera población de refugiados y migrantes venezolanos más grande del mundo. De los más de 500.000 que hay en el país, se estima que 10.000 se identifican como LGBTIQ+. Por desgracia, estas personas se enfrentan a una mayor discriminación por su orientación sexual y su diversidad de género.
A través de sus proyectos de protección basados en la comunidad, 'Redes Comunitarias', ACNUR trabaja con socios locales especializados para proporcionar apoyo a los refugiados LGBTIQ+ y a las comunidades de acogida. Por suerte, ahora ambas pueden vivir tranquilas y seguras lejos del lugar del que huyeron.
Foto: © UNHCR/Jaime Giménez
Dmytro Adamchuk y Artem Lieliekov son desplazados en Ucrania y se conocieron en el refugio seguro gestionado por Gender Stream. Allí, formaban parte de un grupo de discusión junto a otros desplazados internos ucranianos LGBTQI+. Todos encontraron el apoyo de Gender Stream y, Dmytro y Artem, se encontraron entre sí. En marzo del 2023 encontraron un trabajo a tiempo parcial y su mudaron a un apartamento en alquiler en Mukachevo.
Foto: © ACNUR/Jordi Matas
Las personas desplazadas y refugiadas, independientemente de su orientación sexual, identidad de género, lugar de origen, raza o religión tienen el mismo derecho de hacer sus vidas en pareja, si así lo desean. ACNUR lucha por proteger a todas ellas y seguir defendiendo el derecho de cada una.