Esta es la situación que enfrentan millones de personas al llegar el invierno: los refugiados. Las zonas más afectadas son las de Siria e Irak, y países vecinos que acogen a refugiados como Jordania y Líbano, donde al llegar los meses de diciembre a marzo las temperaturas podrían ser inferiores a 15 grados bajo cero.
Si no actuamos rápido, niños que viven en refugios y tiendas de plástico podrían morir de frío este invierno.
Para evitar la posibilidad de hipotermia, ACNUR facilita aislantes para las tiendas y refugios, mantas térmicas y calefactores para los refugiados. Aunque ya se han repartido materiales para más de 630.000 personas desplazadas en Siria, las necesidades son aún mayores.