Desde hace décadas, Afganistán es escenario de conflictos y desastres naturales que dejan atrás profundas cicatrices en su población, especialmente en las mujeres.
2021 marcó un terrible antes y después para todas ellas.
Hoy en día, las mujeres afganas se enfrentan a una situación alarmante: se les restringe el acceso a la educación, se les obliga a abandonar sus trabajos, y están limitadas en su libertad de movimiento. La lucha diaria de las mujeres afganas por su dignidad y sus derechos básicos es un recordatorio urgente de la necesidad de apoyo y solidaridad internacional.
Los derechos de las mujeres en Afganistán siempre han sido objeto de una lucha feroz entre regímenes y generaciones, pero la opresión que están sufriendo las mujeres y las niñas afganas desde agosto de 2021 no tiene comparación en términos de escala e impacto generacional.
A pesar de la atención internacional, las mujeres afganas continúan enfrentándose a desafíos extremos y necesidades insatisfechas. La falta de acceso a servicios básicos, como la atención médica, educación y protección legal, ha empeorado drásticamente su situación.
En este contexto, el apoyo humanitario es más crucial que nunca.
Alza la voz por las mujeres afganas. Ellas no pueden, tú sí.
ACNUR sigue intensificando esfuerzos para brindarles asistencia vital, esto incluye la distribución de artículos de primera necesidad, acceso a servicios de salud y programas específicos de medios de vida.
Garantizar el acceso a servicios esenciales, sigue siendo la prioridad de ACNUR.
Seguimos trabajando sin descanso para poder enviar refugios seguros, asesoramiento psicológico y apoyo, fundamentales para ayudarlas a reconstruir sus vidas en medio de tanta adversidad. Sin embargo, la magnitud de la crisis requiere un apoyo sostenido, continuo y ampliado.
ACNUR pone el foco en poder planificar las operaciones con un enfoque de género y se esfuerza por ofrecerles acceso a formación y capacitación para que puedan construir un futuro mejor para ellas y sus familias. Garantizar refugios seguros para que tengan la privacidad necesaria e instalaciones sanitarias separadas.
Hoy, podemos hacer algo por ellas.