Aisha sufrió la ablación cuando era solo una niña. Cuando su hija mayor tenía cuatro años, le extirparon sus genitales a sus espaldas. Aisha sufrió viéndola sangrar durante días sin saber si sobreviviría. Cuando le dijeron que tenían que hacerle lo mismo a su segunda hija, Aisha no pudo más que huir del país.
“Atada de pies y brazos, cortan una parte de tu cuerpo”
Cada año, miles de mujeres y niñas, miles de madres como Aisha, son sometidas a la extirpación de sus órganos genitales, una práctica atroz que se sigue realizando en muchos países y que puede ser letal.
Cerca de la mitad de las personas refugiadas y desplazadas que hay en el mundo son mujeres y niñas. Para ellas, al drama de perder a sus familias y su hogar, se une el trauma y el miedo producido por la violencia sexual que se ejerce contra ellas en los conflictos. Esta violencia y prácticas como la de la mutilación genital femenina, son dos grandes lacras que afectan a millones de mujeres y niñas en el mundo. Más de 200 millones de mujeres y niñas han sufrido la mutilación genital.
Con tu apoyo, las mujeres refugiadas víctimas de la mutilación genital pueden recibir educación, alimentos y kits de higiene personal. Hazte socio hoy y envía ayuda a las mujeres y niñas refugiadas víctimas de las violencia.