El Cuerno de África está sufriendo la mayor sequía de la que se tiene registro y la población se enfrenta, no solo a la escasez de agua, sino también al hambre, a la inseguridad y a los conflictos. Aun estando en temporada de lluvias, en la región no ha llovido en los últimos seis años, lo que ha provocado el secado de las fuentes de agua, el destrozo de los cultivos y la muerte del ganado. La sequía es la cara más devastadora del cambio climático en esta región del planeta y provoca millones de desplazamientos en Etiopía, Kenya y Somalia.
El Cuerno de África necesita tu ayuda.
3,3 millones
de personas afectadas por la sequía recibirán asistencia de ACNUR en 2023.
+ 18,4 millones
de personas de la región sufran hambruna grave, inseguridad alimentaria y escasez de agua.
1,75 millones
de personas desplazadas internamente en Somalia y Etiopía.
La región del Cuerno de África se enfrenta a la sequía más grave y de mayor duración de la que se tiene registro. La escasez de agua provoca pérdidas en las cosechas, falta de alimentos y, por tanto, una grave hambruna e inseguridad alimentaria a la que se enfrentan más de 18 millones de personas.
La región está afrontando una grave crisis humanitaria, con millones de personas necesitadas de ayuda a causa de la sequía, los conflictos y la incapacidad para cubrir las necesidades básicas. A medida que la crisis se agrava, cientos de miles de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares en busca de alimentos, agua y refugio.
Una encuesta reciente de UNHCR sobre nutrición alertaba sobre la desnutrición infantil entre los niños refugiados en los asentamientos de países como Etiopía y Kenia. Se calcula que 7,1 millones de niños de Etiopía, Kenia y Somalia sufren malnutrición aguda. Esta situación se produce por la falta de financiación y el aumento de las necesidades humanitarias en todo el mundo que están provocando recortes en las raciones de comida de la población desplazada.
Según los últimos datos, 1,75 millones de personas habían sido desplazadas internamente en Somalia y Etiopía, mientras que 180.000 personas refugiadas de Somalia y Sudán del Sur han cruzado las fronteras hacia zonas afectadas por la sequía en Kenya y Etiopía.
En esta región se dan dos factores diferentes pero que a la vez tienen mucho que ver el uno con el otro, y son los conflictos y el cambio climático. En Somalia se enfrentan a la sequía más larga y grave de su historia pero también a la situación de conflicto e inseguridad del país. Más de 1,3 millones de somalíes se han visto obligados a desplazarse internamente.
Muchas personas han huido del conflicto y la sequía, la mayoría mujeres, niños y personas vulnerables. Por ejemplo, la emergencia más reciente en la región somalí de Etiopía ha sido la llegada de 100.000 personas, muchas de ellas mujeres, niños y personas vulnerables, a la zona de Doolo, tras una escalada de los combates y un deterioro de la situación de seguridad en Laascaanood, en la región somalí de Sool.
Por otro lado en Kenya la situación de sequía sigue siendo crítica en 22 de los 23 condados en tierras áridas y semiáridas debido a la tardía y escasa temporada de lluvias de octubre a diciembre de 2022.
"En sequías pasadas, nos trasladábamos a pueblos cercanos, pero volvíamos cuando empezaba a llover. Esta sequía, sin embargo, es la peor que hemos visto. Caminamos durante ocho días hasta llegar aquí. No teníamos con qué alimentar a nuestros hijos, que no paraban de llorar. Llegó un punto en que pensé en quitarme la vida para no ver cómo morían de hambre delante mío."
Shamsa Amin Ali, refugiada somalí de 38 años, en Kenya
ACNUR lanza un llamamiento sobre la situación en el Cuerno de África dirigido a 3,3 millones de desplazados internos, refugiados, solicitantes de asilo y sus comunidades de acogida en Etiopía, Kenia y Somalia. Para responder a las necesidades humanitarias necesitan 137 millones de dólares.
Desde ACNUR se está trabajando junto a las autoridades locales en la protección y el apoyo a las personas refugiadas y desplazadas en Kenia, Somalia y Etiopía en estos ámbitos.