Alrededor de 375 personas han perdido la vida y otras 50 permanecen desaparecidas tras el paso del tifón Rai por Filipinas. Más de 3 millones se han visto afectadas y otras 630.000 están desplazadas. ACNUR está apoyando la respuesta del gobierno filipino y proporcionando la ayuda necesaria para salvar vidas.
"Nuestras necesidades urgentes son comida, agua y refugio".
Desplazado interno en un centro de evacuación en la ciudad de Surigao.