Cuando no tienes ni agua... Cuando no tienes ni agua...

Cuando no tienes ni agua...

¿Con cuánto quieres colaborar?

Cuando has tenido que huir de tu hogar, cuando estás a la intemperie, cuando apenas llueve, cuando no tienes ni agua para beber... tu vida se puede convertir en un infierno. Esto es lo que le ocurre a millones de personas refugiadas y desplazadas en el mundo.

Disponer de agua potable a menos de 1 kilómetro de casa es un sueño para muchas de ellas. Tener acceso a agua potable evita enfermedades, permite a las mujeres trabajar y a los niños ir al colegio, en lugar de pasar hasta 6 horas al día en búsqueda de agua.

El agua es imprescindible para vivir y millones de personas no tienen acceso a ella. Ayúdanos a que esto cambie.

Cifras sobre el agua que impactan:

+ de 500.000

niños y niñas menores de 9 años mueren cada año de diarrea como consecuencia de la contaminación del agua potable.

1/2 población

mundial vivirá en zonas con escasez de agua de aquí a 2025.

2000 millones

de personas se abastecen de una fuente de agua potable contaminada por heces.

¿Qué pasa cuando no hay agua?

6 horas

Tiempo medio que pasan las personas refugiadas en búsqueda de agua.

Un peligro para ellas

Las niñas y mujeres se suelen encargar de recoger agua y corren el riesgo de sufrir violencia sexual.

Absentismo escolar

Los niños que pasan gran parte de su día buscando agua no van al colegio.

Pérdida económica

Mientras las mujeres buscan agua, están perdiendo la oportunidad de trabajar o formarse

Enfermedades

Los refugiados pueden morir de afecciones de fácil curación al beber agua no potable. Un saneamiento del agua inadecuado propicia la aparición de estas dolencias.

ACNUR y el acceso al agua

Reducir los riesgos para la salud y promover unas condiciones de vida digna son los principales objetivos del trabajo de ACNUR en materia de agua y saneamiento. ACNUR trabaja incansablemente para que todos las personas refugiadas y desplazadas tengan acceso al agua potable en cantidades suficientes para poder llevar una vida digna en los campos de refugiados. Estas son algunas acciones que llevan a cabo:

  • Agua a 200 metros: ACNUR instala suministros de agua a, máximo, 200 m de distancia de los refugios.
  • 20 litros de agua por persona y día: cantidad mínima de agua que ACNUR tiene como objetivo garantizar a las personas refugiadas.
  • Tratamiento de agua: ACNUR enseña a los refugiados a clorar el agua que recogen en puntos naturales de suministro cercanos y cuyo control sistemático es difícil de desarrollar.
  • Letrinas a 50 metros máximo y jabón: ACNUR instala letrinas entre 5 y 50 metros de distancia de los refugios. También asegura el suministro de 250g de jabón/persona/mes.
  • Formación: ACNUR da formaciones para el mantenimiento de las estructuras de agua y de saneamiento.

Mejorando la vida de quienes lo necesitan

Hajira y su familia en Kenia

Hajira Abdullaji, somalí de 33 años, lleva dos bidones de 20 litros a un grifo situado a pocos metros de su refugio en el campo de refugiados de Dagahaley, en Kenia. La mayoría de personas refugiadas que han llegado, escapaban de la sequía que asolaba Somalia. ACNUR y sus socios siguen proporcionando ayuda humanitaria, incluido el acceso a agua potable.

Kenia es uno de los principales países de acogida de refugiados en África y actualmente acoge a más de 630.000, principalmente en Dadaab y Kakuma. El país ha sido testigo de un aumento de los desplazamientos debido a los fenómenos climáticos extremos, lo que ha contribuido a la inseguridad alimentaria, las tensiones y los ciclos de conflicto en los países vecinos. En el Cuerno de África, aunque por fin volvió a llover en mayo, los efectos de una grave sequía, la peor en décadas, siguen afectando a las vidas de millones de desplazados y comunidades locales en Etiopía, Kenia y Somalia.

mujer somali recogoiendo agua de pozos de ACNURFoto: © ACNUR/Samuel Otieno.

Sabra y su familia en Chad

Sabra Mahamat, comerciante de alimentos de El Geneina (Sudán), vio su mundo trastocado en noviembre de 2023 cuando la intensificación de los enfrentamientos en su país la obligaron a ella y a su familia a huir a pie a Chad, soportando más de siete agotadoras horas bajo un sol abrasador. Tras llegar a Chad, pasaron meses en el centro de tránsito de Ambelia, en la frontera, antes de ser reubicados en la ampliación del centro de refugiados de Farchana en mayo de 2024.

Ahora en Farchana, Sabra y su familia recibieron un refugio de emergencia. "Ahora tenemos mucha más privacidad y seguridad, y empezamos a sentirnos como en casa", dijo Sabra. También destacó la mejora del acceso al agua en la frontera no tenían acceso regular al agua y ahora viven a menos de 30 metros del pozo y del punto de agua.

Para Sabra y su familia, el agua es fuente de vida. Significa estabilidad, esperanza y un nuevo comienzo tras meses de incertidumbre y penurias. Un mejor acceso al agua potable no sólo garantiza su supervivencia, sino que les permite reconstruir sus vidas con una sensación de normalidad y seguridad.

familia sudanesa en refugio ACNURFoto: © ACNUR/Ying Hu