Desde que en agosto de 2017 estallara la violencia extrema contra la minoría rohingya en Myanmar, se han producido 671.000 nuevas llegadas a la zona de Cox´s Bazar, en Bangladesh. La respuesta de emergencia fue muy rápida pero, a pesar de los enormes esfuerzos humanitarios, la actual masificación en los campos dificulta el acceso a los servicios básicos y afecta la calidad de los mismos.
Esta situación difícil se va a ver muy agravada por la llegada de la temporada de lluvias monzónicas. Las condiciones del terreno y la precariedad de los refugios e infraestructuras van a poner en riesgo la supervivencia de al menos 150.000 personas, a causa de las inundaciones, corrimientos de tierra y problemas de salud derivados de dichas condiciones.
En coordinación con el Gobierno y el resto de actores humanitarios, ACNUR ha elaborado un plan de respuesta para 2018 que engloba los distintos sectores: protección y documentación, provisión de refugio y materiales básicos, salud y nutrición, agua y saneamiento, acceso a la educación, gestión del espacio y coordinación.
ACNUR está preparado para actuar y hacer frente a las dramáticas consecuencias que se prevén con la llegada del monzón.
Los refugiados rohingya dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir y la solidaridad del mundo continúa siendo muy necesaria. GRACIAS.