Desde diciembre de 2023 ha habido un aumento de la violencia entre las milicias rebeldes y las fuerzas gubernamentales de Mozambique. La escalada de violencia en el norte del país ha obligado a más de 70.000 personas a abandonar sus hogares desde febrero, lo que eleva a más de 700.000 el número total de desplazados internos por la violencia y los fenómenos meteorológicos extremos.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el 85% de las nuevas personas desplazadas son mujeres, niñas y niños. Los actos violentos han llevado a la destrucción de zonas residenciales y edificios religiosos y comunitarios, como escuelas y centros de salud.
Esto empeora la calamitosa situación en la que ya se encontraba el país por la violencia, la crisis climática y el hambre. Más de 3,3 millones de personas sufren inseguridad alimentaria en todo el país, de las cuales 1,2 se encuentran en Cabo Delgado y Nampula.
Foto: © ACNUR/Isadora Zoni
A todo esto se le une la tormenta tropical Filipo que ha dejado lluvias torrenciales y fuertes vientos en el centro y sur del país, el oeste de Madagascar y el norte de Esuatini. Más de 93.000 personas (11.149 familias) se vieron afectadas, según el Instituto Nacional de Gestión de Desastres, y se esperan más precipitaciones en las próximas semanas en la región norte.
Desde el comienzo de la temporada de lluvias y ciclones de 2023-2024, un total de 131.915 personas (26.383 familias) se han visto afectadas. Se espera que continúen las inundaciones en Maputo tras las recientes lluvias, no sólo por las precipitaciones localizadas sino también por el aumento del caudal de los ríos en otras partes del país.
ACNUR está presente en Mozambique desde la década de 1980 y a día de hoy sigue trabajando de manera estrecha con las autoridades locales, socios humanitarios y comunidades de acogida para cubrir las necesidades urgentes de la población. Brinda protección, alojamiento y asistencia esencial a las personas que lo necesitan, especialmente a las más vulnerables como mujeres, menores o que precisan de asistencia específica.
Frente a esta última crisis, ACNUR y sus socios están proporcionando colchonetas, bidones, mantas, lámparas solares, utensilios de cocina o mosquiteras, entre otros artículos básicos de asistencia. La falta de financiación está dificultando la respuesta a esta crisis humanitaria. Las necesidades de ACNUR para 2024 en Mozambique, que ascienden a 43,9 millones de dólares, están financiadas actualmente al 18% (8,9 millones de dólares).
Foto: © ACNUR/Isadora Zoni