La guerra que comenzó en abril de 2023, afecta a todo Sudán, pero las zonas más devastadas por el conflicto son las que ahora registran hambruna y se teme que siga extendiéndose durante los próximos dos meses. Esto es lo que refleja el informe mundial sobre inseguridad alimentaria que también destaca la precaria situación del campo de desplazados de Zamzam, cuya población alcanza más de medio millón de personas.
En estos 15 meses de guerra, el conflicto armado ha ido intensificándose de tal manera que: “ha obstaculizado gravemente el acceso humanitario y ha empujado a la hambruna a partes del norte de Darfur, en particular en el campo para desplazados internos de Zamzam”, según el Comité de Revisión de la Hambruna de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria por Fases.
El principal problema de la hambruna en el campo de Zamzam son la propia guerra y la falta de acceso humanitario. Las restricciones al acceso humanitario, incluidos los impedimentos impuestos por las partes activas en el conflicto, han limitado gravemente la capacidad de las organizaciones especializadas de ampliar la asistencia a la población necesitada.
Para añadir gravedad a esta situación, Sudán es uno de los países del Gran Cuerno de África que ha recibido lluvias superiores a la media en la previsión estacional de junio a septiembre de 2024.
Desde junio, más de 442.600 personas se han visto afectadas en 13 de los 18 estados, con al menos 124.600 desplazados por las inundaciones. Las lluvias torrenciales y las inundaciones también han desplazado a 4.300 desplazados internos en los campos de Zamzam y Abu Shouk, cerca de Al Fasher, en el estado de Darfur Norte, con unas 900 tiendas destruidas, 2.300 casas dañadas y letrinas arrasadas por las inundaciones, según la OCHA.
Las inundaciones, unidas a la escalada de los combates, están empeorando una situación ya de por sí desesperada para miles de desplazados internos en el campo de Zamzam.
El Comité prevé un empeoramiento de la situación al menos hasta octubre debido a la falta continua de acceso a los alimentos, pero también al mayor riesgo de enfermedades infecciosas y un acceso muy limitado a los servicios de atención médica y nutrición. Y es que el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua como el cólera, o la posibilidad de un brote de sarampión por la baja cobertura de vacunación, y una mayor incidencia de malaria asociada con la temporada de lluvias son los peligros a los que se enfrenta la población.
“Las condiciones de hambruna empeorarán y se prolongarán aún más si el conflicto continúa y no se permite el acceso humanitario y comercial pleno”.
Alerta el Comité de Revisión de la Hambruna de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria por Fases.
10,2 millones
personas desplazadas forzosamente.
7,9 millones
personas desplazadas internas en Sudán.
+ 24 millones
personas necesitan asistencia humanitaria y servicios de protección.
ACNUR trabaja desde el inicio del conflicto con los gobiernos de acogida y sus socios para ayudar a la población desplazada y refugiada en países vecinos. La cifra ha alcanzado los 10 millones de personas desplazadas forzosamente desde que comenzó el conflicto en abril de 2023.
Un escenario de conflicto extremo ha dejado a la población desprotegida ante la oleada de violencia que asola el país. Mujeres y niños que viajan solos, asustados, con las manos vacías. Se trata de una emergencia poco visible en los medios de comunicación, pero en la que millones necesitan protección y ayuda humanitaria de forma urgente.
Desde ACNUR estamos brindando toda la ayuda de emergencia humanitaria posible, pero necesitamos más medios para poder seguir adelante, tanto en Sudán como en los países vecinos que están acogiendo a estas personas que llegan solas y asustadas.