¿En qué consiste un modelo de desarrollo ecosostenible?

Hoy en día es casi habitual oír hablar de la necesidad de adoptar un modelo de desarrollo ecosostenible. Sin embargo, pocas veces nos detenemos a analizar en qué consiste exactamente dicho modelo y cuáles serían los cambios que supondría frente al actual modelo de consumo masivo y producción industrial.

¿Cuándo empezamos a hablar del modelo ecosostenible?

El modelo ecosostenible no es un término nuevo precisamente. Se ha acuñado a raíz de las reivindicaciones de los años 80 del siglo pasado, cuando la preocupación por el equilibrio planetario y el cuidado del medioambiente cobraron mayor protagonismo hasta convertirse en el motor de lucha y defensa de un sector de la población mundial.

Se trata básicamente de poner en cuestión el actual modelo de desarrollo en el que estamos inmersos, caracterizado por el consumo masivo, la producción desmedida y la explotación indiscriminada de los recursos naturales.

En este sentido, nuestras sociedades se caracterizan por satisfacer necesidades creadas y no reales, por atender al denominado usar y tirar, por acumular bienes materiales, productos y artículos con un alto impacto medioambiental y, lo que es aún más grave, por nuestra poca conciencia ecológica y ciudadana.

Modelo ecosostenible, ¿qué plantea?

Sin embargo, un modelo ecosostenible no conlleva únicamente transformaciones en el plano ecológico y medioambiental. En el fondo, estamos hablando del bienestar social, lo cual incluye factores como la reducción de la pobreza, el consumo responsable, la justicia social y la eliminación de la desigualdad.

En múltiples ocasiones, las Naciones Unidas ha recalcado la necesidad de llevar a cabo acciones concretas que ayuden a desarrollar un modelo de este tipo. Entre otras cuestiones, dicho desarrollo supone elementos como:

• Fomentar el uso eficiente de los recursos naturales: la idea principal de un modelo de este tipo es sencilla, pues solo se trata de hacer más con menos. Se calcula que si la población mundial llega a los 9.600 millones en 2050, se necesitarían al menos tres planetas como la Tierra para cubrir las necesidades de las personas.
• Infraestructuras sostenibles: edificios, construcciones, ciudades y obras de todo tipo deben adaptarse al nuevo contexto y contribuir a la reducción de una serie de problemas como la contaminación, la deforestación, el cambio climático o la sequía de los suelos.
• Acceso a servicios básicos y reducción de la pobreza: el desarrollo no debe aspirar solo al enriquecimiento privado o al beneficio personal. La prioridad del modelo ecosostenible es mejorar la calidad de vida de las personas y, de paso, avanzar en la reducción de la pobreza y la inclusión social.
• Potenciar la educación y la sensibilización: parte de la clave de todo este proceso está en la sensibilización y la educación de la población. Es preciso insistir en la importancia de fomentar prácticas como el reciclaje, el comercio justo, la ayuda a los más necesitados y el compromiso social en general.
• Donaciones de países ricos a países en vías de desarrollo: Otro factor que puede ayudar en este proceso son las donaciones y la ayuda humanitaria de los países ricos a los países en vías de desarrollo. Este tipo de cooperación permite atender frentes y áreas sociales que los Gobiernos y otras instituciones no logran cubrir por diversas razones.

Para el desarrollo eficaz de un modelo ecosostenible, también es necesario que haya colaboración estrecha entre los distintos actores de la producción en el mundo, como por ejemplo empresas, instituciones oficiales, organismos supranacionales, científicos, investigadores, medios de comunicación y organizaciones de cooperación y desarrollo.