Malaria: tratamiento y prevención Malaria: tratamiento y prevención

Malaria: tratamiento y prevención

La malaria, también conocida como paludismo o la enfermedad del mosquito, se transmite precisamente a través de la picadura de estos insectos voladores cuando son portadores de la...

30 de noviembre, 2018

Tiempo de lectura: 3 minutos

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La malaria, también conocida como paludismo o la enfermedad del mosquito, se transmite precisamente a través de la picadura de estos insectos voladores cuando son portadores de la misma. La mayor parte de los casos y defunciones por malaria se dan en las zonas tropicales de África, a pesar de que es una enfermedad relativamente sencilla de prevenir y tratar.

Sus síntomas más habituales son las fiebres, el dolor de cabeza y los vómitos, pero se manifiestan unos 10 o 14 días después de haber recibido la picadura del mosquito. Su efecto más peligrosos es la alteración del aporte de sangre a órganos vitales, que puede llegar a causar la muerte en poco tiempo si no se recibe tratamiento rápidamente.

En los últimos años, la carga de paludismo en muchos de los entornos que habían sido endémicos ha sido reducida notablemente gracias a una estrategia multidimensional basada en la prevención, el control y la eliminación de la enfermedad. Las mosquiteras tratadas con insecticidas y la fumigación son las medidas preventivas más eficaces mientras que existen una serie de antipalúdicos que han mostrado su efectividad en el tratamiento de la malaria una vez que el paciente se ha infectado.

Los tratamientos

Cuando una persona se infecta de malaria, las primeras fases y una rápida reacción tras los primeros síntomas son la clave para un adecuado tratamiento. El objetivo del tratamiento es eliminar de forma rápida y completa el plasmodio de la malaria de la sangre del paciente para evitar que la enfermedad, que no reviste gravedad en sus primeras etapas, pueda evolucionar hacia un cuadro grave que provoque la muerte o la infección crónica.

Por otra parte, el tratamiento permite evitar que la malaria se convierta en una epidemia siendo transmitida por los mosquitos de unas personas a otras. Reduciendo el reservorio infeccioso se previene el surgimiento y propagación de la resistencia a los medicamentos antipalúdicos.

Existen diversos tipos de fármacos antipalúdicos, pero la OMS recomienda los tratamientos combinados basados en la artemisinina (TCA) para el tratamiento del paludismo no complicado, mientras que el paludismo grave se tratará con artesunato inyectable durante un mínimo de 24 horas, seguido de un TCA completo de tres días una vez que el paciente pueda tolerar la medicación oral.

La prevención

La mejor prevención es tratar de evitar la picadura del mosquito, que suele producirse entre el atardecer y el alba. Entre las medidas más eficientes en este sentido están el uso de mosquiteras tratadas con insecticidas de larga duración para dormir, el uso de una vestimenta adecuada que cubra y proteja todas las partes posibles del cuerpo y los repelentes contra mosquitos en sus distintas formas.

Dependiendo del riesgo de contraer la enfermedad que exista en la zona visitada, los viajeros internacionales deberán tomar además medicación preventiva (quimioprofilaxis) antes, durante y después del viaje.

 

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